La feria de Llanera se supera: 5.000 animales y todos los potros vendidos

El recinto ferial ofreció a los visitantes muchas posibilidades para disfrutar del mismo, pero el eje de la cita es la feria ganadera. Y las ventas funcionaron. En equino se vendieron todos los potros, a un precio medio de tres euros el kilo en vivo. Cabe destacar como una explotación de Gozón vendió 67 potros, a 1.100 euros cada animal. Además para Francia se fueron dos camiones de yeguas de carne, ya que el recinto está dado de alta como lugar de concentración para la exportación. Además hacia Portugal se fueron pequeños lotes de cuatro o seis animales ,potros y algunos ponis. Resaltó también la venta de una potra de dos años de Vitoria en 5.000 euros para una ganadería asturiana. Y quedó pendiente de confirmar el cierre de la venta de un ejemplar similar en mil euros más.

López indicó que «las vacas de carne se han vendido casi todas» y remarcó que Ganados Parrondo «animó la feria al comprar un buen lote de vacas en la tarde del sábado, poniendo un buen precio que marcó las ventas siguientes». También se vendieron vacas de Llanera a buenos precios. Las vacas de vida van lentas porque «este sector atraviesa un mal momento», matizó López. Este año, en general, las ventas aumentaron un 10% respecto a los tratos realizados en el recinto de Ables en 2023.

Mientras se sucedían las ventas y se estrechaban manos para cerrar los tratos, el numeroso público se iba acercando para disfrutar de dos de las exhibiciones más esperadas por los asistentes.

A mediodía, la exhibición de labranza sirvió para recordar la dureza del trabajo en el campo. Y el plato fuerte llegaba hacia las 13 horas: el arrastre de bueyes.

Cuatro parejas de estos imponentes animales se midieron en un circuito en el que durante diez minutos tuvieron que arrastrar 700 kilos, si bien están preparados para llegar a mover unos 1.800.

Fueron los animales de Iñaki Oliden, llegados desde Guipúzcoa, los que se impusieron. Seguidos muy de cerca por el dúo de Ramón González, de La Revilla, procedentes de San Vicente de la Barquera, y terceros fueron los bueyes de Vicente, de Prellezo, Cantabria, conducidos por Axier Fernández.