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Agentes de la Guardia Civil recogen pruebas en la zona del accidente. M. Varela
Fallece en el HUCA el menor de 13 años que se precipitó desde un tercer piso en Grado

Fallece en el HUCA el menor de 13 años que se precipitó desde un tercer piso en Grado

El Ayuntamiento moscón llama a la unidad vecinal tras el fallecimiento del menor y suspende todos los actos previstos para el fin de semana

Sábado, 15 de marzo 2025, 14:37

Fue el peor de los desenlaces posibles. Este sábado falleció el niño de trece años que el pasado jueves cayó desde el balcón de su casa, en un tercer piso, en el barrio de los Niserinos de Grado. El menor, que permanecía desde entonces ingresado, en estado muy grave, en la UCI pediátrica del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, no pudo superar las graves lesiones producidas por la caída. Fuentes cercanas a la familia confirmaron que desde su ingreso sufrió varias paradas cardiorrespiratorias y que, a pesar de ser intervenido de urgencia, fue imposible salvarle la vida.

Sus padres estuvieron en todo momento pendientes del niño y manteniendo la esperanza, como explica una amiga cercana. La madre, que vivía en el piso con el niño y otros dos hijos menores, se encontraba en el momento del suceso de viaje en Bilbao, donde tuvo que acudir a arreglar unos papeles en el consulado de Marruecos, de donde es originaria. El pequeño fallecido y sus dos hermanos quedaron al cuidado de una amiga de la madre, si bien cuando ocurrió la caída, en torno al mediodía del pasado jueves, ningún adulto estaba en la casa. «Horas antes el niño había hablado con su madre por videoconferencia y le dijo que sus dos hermanos ya estaban en el colegio y que él iba para clase, pero no sé qué le pasó por la cabeza», recuerda la joven encargada de supervisarles. Su padre llegaba cerca de una hora después del suceso, tras ser avisado por conocidos de lo que había ocurrido.

Sus vecinos más cercanos recibieron la noticia con mucha angustia. «Teníamos la esperanza de que saliese adelante, el golpe fue muy grande porque, aunque sea un tercer piso, la altura es casi más que un cuarto», explicaba una de sus vecinas. Recuerdan que los momentos más angustiosos fueron «esperar a la ambulancia con el niño en el suelo, que no sabíamos si podría resistir; igual tardaron cinco minutos, pero para nosotros fue una eternidad». No obstante, reconocen que tuvieron esperanzas de que todo saliese bien; «cuando nos dijeron que había llegado al hospital nos tranquilizamos un poco, porque los niños son muy fuertes, en ningún momento pensamos en este final».

El Ayuntamiento de Grado, nada más conocer la fatal noticia, suspendió todas las actividades previstas para este fin de semana en señal de duelo y se guardarán por el pequeño minutos de silencio en los encuentros deportivos. Un sencillo homenaje que podría volver a repetirse este lunes en el exterior del Consistorio moscón, o bien en el instituto donde el pequeño cursaba sus estudios, algo que está aún por determinar.

El Ayuntamiento también se ha hecho un llamamiento a la responsabilidad y la unidad vecinal frente a esta tragedia, y han condenado los «mínimos pero inaceptables mensajes racistas y de odio» que se han vertido desde que se produjo el suceso.

La investigación

Mientras Grado se recupera de este terrible desenlace, el Área de Delitos contra las Personas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Asturias trabaja en la investigación del suceso.

Las pruebas recabadas, así como las declaraciones realizadas por vecinos y personas que se encontraban cerca del lugar del suceso, parecen dejar claro que el niño se precipitó desde un pequeño balcón de su domicilio, donde estaba colgada una manta que no llegó a caer. Un obrero avistó al pequeño sólo unos segundos colgado de la alta barandilla del balcón, desde la que caería a la acera, junto al portal del edificio.

De lo que ocurrió dentro de la casa sólo puede dar testimonio la otra menor, de 14 años, hija de una amiga de la madre del pequeño fallecido. La niña se encontraba con él en el piso. Su primera explicación se la dio a unos vecinos, a cuya puerta llamó pidiendo ayuda, según relataron a EL COMERCIO. Estos vieron, «al abrir la puerta, que estaba ensangrentada y nos dijo que habían discutido y que la había atacado con un cuchillo».

Al tiempo que escuchaban a la niña y trataban de reconfortarla, vieron a otro vecino, del segundo, bajar corriendo y gritar que el pequeño del tercero había caído del balcón. Todos bajaron a la calle donde encontraron al niño tendido en el suelo. La niña de 14 años tuvo que ser atendida en el lugar de los hechos por los sanitarios por el golpe que tenía en la parte trasera de su cabeza y, posteriormente, fue evacuada al Hospital Universitario Central de Asturias donde, tras ser atendida, recibía el alta 24 horas después del terrible suceso.

Con la única versión de su amiga, como punto de partida, la investigación se afana en comprobar cómo un niño que tenía su mano derecha escayolada pudo precipitarse por un balcón, así como esclarecer qué ocurrió en el piso, entre los dos menores, antes de que desembocase en el terrible suceso.

Fuentes cercanas a la familia apostillaron este sábado que el pequeño «no tenía ningún problema para tirarse, se disgustó mucho cuando sus padres se separaron, pero como cualquier niño. En casa con su madre y sus hermanos era feliz y muy responsable».

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