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Con soga al cuello y sacos al cuerpo. Así recibieron en el mediodía el perdón los Exconxuraos de Llanera, de forma simbólica, para recordar la rebelión del pueblo contra el obispo por los impuestos excesivos, el castigo de la Iglesia cerrando todas las parroquias y el perdón años después con una procesión a la catedral de Oviedo. Más amable y en sintonía con Llanera, José Julio Velasco, vicario de Oviedo-Centro, cura de Posada y varias parroquias de Llanera, durante la misa de Exconxuraos, destacó el festejo como la gran cita del verano asturiano, que merece ser declarada de Interés Turístico Nacional. Algo que escuchó atenta la consejera de Educación, Lydia Espina, que participaba junto a parte de la corporación de Llanera en los festejos, acompañada por el alcalde de Llanera, Gerardo Sanz. Espina destacó la importancia de esta fiesta, declarada de interés turístico regional y que ha cumplido 24 años. «Aúna historia, cultura, tradición y asturianía», explicó.
Mientras, vecinos y visitantes ocupaban su sitio para participar en la concurrida comida campestre en el recinto ferial, una tradición muy arraigada. Con ello y los torneos de la tarde se cerró un nueva edición de los Exconxuraos que cada año atrae a más gente a su oferta festiva.
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