Una escuelina de «vanguardia» diseñada para la futura demanda de Pola de Siero

Los técnicos que redactaron el proyecto entienden que el mejor lugar para la ubicación del patio es la parte del edificio que está rodeada por el parque municipal y que, aunque debe de ser un recinto protegido para los niños, debe de tener luz, ventilación y estar cubierto de aguas. En este caso, se planteó mantener la cubierta del edificio en su configuración actual, y vaciar el espacio en sus cerramientos verticales actuales para generar un patio exterior cubierto.

Como consecuencia de la ubicación del patio, las aulas dan frente a la gran fachada translúcida y se sitúan cuatro en planta baja –las de 1 a 2 y de 2 a 3 años– con salida directa al patio, y las de 0 a 1, que se ubica en la planta superior, tendrán un patio en terraza propio. A su vez, las esquinas de la fachada, a izquierda y derecha, serán también de vidrio, con el objeto de capturar el sol del este a la mañana y del oeste a la tarde.

El pasado lunes, la arquitecta municipal, María José Fernández, daba cuenta de los detalles del diseño de la escuela a la consejera de Educación, Lydia Espina, que estuvo acompañada del alcalde del concejo, Ángel García, ‘Cepi’. «Es vanguardista», sentenció.

El inmueble contará con una superficie útil de más de 1.200 metros cuadrados entre sus dos plantas. Una escuelina grande que, tal y como informó la consejera, no estará al completo de su capacidad, más de setenta niños, desde el principio. Se incorporarán, en su estreno, 39. Esta cifra, con el aumento de otras 31 en una nueva escuela de 0 a 3 años en Lugones –se llamará Mundu Feliz–, permitirá ampliar la oferta en el concejo hasta 70 plazas, con lo que se cubrirá la actual demanda. En el proceso de inscripción del curso pasado quedó una lista de espera de 64 padres entre las dos escuelas actuales del municipio. Este nuevo centro poleso, por tanto, ya está diseñado pensando en el futuro. Espina dijo que se abrirán nuevas unidades según vaya incrementando la demanda en la localidad.

Según se señala en el proyecto, será un centro con seis aulas «que es el equipamiento que se necesita para la densidad de población estimada»; se reparte en dos aulas para cada una de las tres edades. Las de 0 a 1 año dispondrán de un dormitorio y un área para preparar los biberones, y un cambiador con aseo que, en este centro, se dotarán de inodoro y lavabos, aumentando su versatilidad, de forma que se puedan utilizar para otras edades en función de la demanda del centro.

Las aulas restantes van equipadas con cuatro aseos-cambiadores y dos dormitorios, uno de ellos con mayor capacidad de la exigida, de forma que se pueda utilizar para distintas edades. En la planta baja habrá un comedor común, con una cocina comunicada directamente, y con la calle lateral para entrada de los alimentos. En la planta primera también se han proyectado dos zonas polivalentes, para la estancia para padres y para cuidadores.