«Cumplimos 150 años construyendo un futuro juntos»

Las calles de alrededor del colegio de Nuestra Señora de Covadonga, en Noreña, quedaron cortadas durante una hora para dejar paso a la procesión infantil del centro. Más de 400 escolares celebraron este miércoles, con música de fondo y la compañía de padres y profesores, el aniversario de la orden de las Hijas de María Madre de la Iglesia; instituto de monjas que lleva el colegio.

«Hace 150 años desde la fundación de la orden por la beata Matilde Téllez. Este día, el 19 de marzo, lo celebramos en todos los colegios que lleva, tanto en España como en Latinoamérica», explicó Rosa Isabel Fernández, monta titular del centro de Noreña.

En Asturias, el instituto lleva dos colegios, el de nuestra Señora de Covadonga y el Nazaret, de Oviedo, pero sólo en Noreña las calles vibraron con las celebraciones de 'los azules', nombre con el que los escolares se identifican en honor al color del habito de las monjas que, ilusionadas, también participaron.

Tras la marcha, reunidos todos en el centro, se dedicó un aplauso a la beata y se puso una ofrenda floral a la imagen y reliquia que acompañaron a los pequeños durante todo el recorrido, con los aplausos de alumnos y familias. El profesor José Eduardo Valdés, micrófono en mano, destacó que se cumplían «150 años construyendo un futuro juntos» por lo que pidió cantar un sonoro 'cumpleaños feliz' que emocionó a la titular.

«Estaban todos un poco nerviosos antes de empezar, pero emocionados y muy contentos. En mi opinión, celebramos también esto como una familia, porque en nuestra orden enseñamos a aceptar todos; por eso valoro mucho este día», señaló Fernández.

Para los padres también fue un momento emocionante. Algunos de ellos eran antiguos alumnos de la escuela que se habían acercado para celebrar «un momento especial para toda Noreña», además de saludar a las monjas del centro.

Los propios escolares también vivieron el día de una manera especial. Desde Infantil hasta Secundaria, todos los alumnos participaron en mayor o menor medida en la celebración. Por ejemplo, los mayores caminaron de la mano, en todo momento, con los pequeños; y fueron ellos los que portaron la bandera de la escuela y la reliquia de la beata durante la procesión.

«Al final ha salido perfecto y ha sido muy divertido. Lo hemos pasado todos bien», destacaron Celia Bobes y Simón Vázquez, alumnos de Secundaria. Ambos han estado trabajando desde el principio del curso en diferentes actividades para conmemorar el aniversario, una fecha que ven «muy importante, porque son 150 años de recuerdos bonitos entre todos los colegios».

• Temas
• Noreña