El coste, el obstáculo principal para que los comedores escolares usen alimentos ecológicos y de cercanía

Los colegios adscritos al programa deberán incorporar al menos un 45% de frutas y hortalizas de temporada y de proximidad; y un 5% de los alimentos han de ser de producción ecológica. Según el seguimiento del Principado a 39 de los 58 centros apuntados –los públicos que tienen cocina propia– el 28% lo cumplen en cercanía y el 25% en producción. Los resultados, indicó Sara Díaz, responsable de la Estrategia NAOS (Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad), de la Consejería de Salud, muestran «una mejora respecto a los cursos anteriores», con una subida exponencial del consumo de productos ecológicos desde el 2021. Sin embargo, aunque ha aumentado, «el porcentaje mínimo es todavía muy bajo». Lo ideal para el programa es que suba en sintonía a la potenciación ecológica, pero de una forma equilibrada al precio.

El hecho de que aún se considere «una novedad» es lo que hace que no haya tantos colegios que cumplan el porcentaje, pero se espera un cambio a mejor.

Carlos Nuño, director técnico del Consejo de la Producción Agraria Ecológica del Principado de Asturias (Copae), explicó que hay un total de 300 operadores de productos ecológicos por lo que «sería posible» sostener a los centros cumpliendo el mínimo requerido. La idea de «subir el porcentaje a medida que se incremente la producción» sería lo mejor, pero «es como el pez que se muerde la cola, porque si no hay demanda, no hay producción».

La cuestión económica es un factor que influye, añadió Carmen Reina, del catering ecológico Confusión Comidas, que abastece el comedor del colegio de Santolaya de Cabranes, aunque «merece la pena porque los niños comen calidad, nutricionalmente es mucho mejor y se agradece».