La comunicación ferroviaria se estanca en Siero con obras y retrasos «inasumibles» por los usuarios

Anselmo Castellanos utiliza el ferrocarril entre El Berrón y Tuilla. «Casi a diario me amargan el viaje: o suspenden el servicio o llega tarde o suben al vagón indeseables que nadie controla», cuenta. Algo parecido sufre Margarita Suárez: «Trabajo en La Felguera y cuando llegó a la hora, todos se sorprenden y me dicen que si vine caminando. Es un cachondeo, hacen obras de mejora, pero no cambia nada». «No podemos seguir asumiendo este mal funcionamiento porque nos afecta en negativo», dice Margarita. Una opinión en la que coinciden los usuarios que todavía tienen paciencia para coger el tren.

Esta creciente preocupación social por el mal funcionamiento de la línea Gijón-Laviana y su incidencia entre los vecinos de Siero, hartos del goteo de retrasos y cancelaciones, llevó a la Corporación sierense a reclamar a los gobiernos central y regional una «apuesta decidida por el tren en la comarca», de forma que se logre un servicio «más rápido, con más frecuencias y, en definitiva, fiable». Peticiones que el sindicato Comisiones Obreras lleva años planteando.

Los representantes políticos de los sierenses lo tiene claro: las dos líneas de la antigua Feve que pasan por el concejo deberían ser «imprescindibles para cohesionar el territorio, para acudir a los centros de estudio, al trabajo o para desplazamientos que permitan disfrutar del tiempo de ocio». A día de hoy, estas necesidades no se ven cumplidas. Utilizar el ferrocarril «se ha convertido en una carrera de obstáculos». «Se acumulan los retrasos y las cancelaciones, que hacen que viajar en tren no sea en ningún caso garante de fiabilidad o puntualidad». Y así se recoge en la moción presentada por Comisiones Obreras, con el apoyo de IU y PSOE, y que en Siero ha sido secundada por todos los grupos políticos.

Los recurrentes problemas que ahogan a la antigua Feve en Siero se reproducen el también en los concejos mineros por los que transcurre esta línea, siendo su máximo exponente el proyecto del soterramiento de Langreo, que cumple catorce años de obras.

La línea Gijón-Laviana lleva años perdiendo pasajeros, los usuarios no eligen esta opción para sus desplazamientos por su falta de fiabilidad. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) tiene en marcha un proyecto de renovación integral de dicha línea, por un valor de 47 millones y un primer plazo de ejecución ya cumplido, junio de 2023, pero con los trabajos no finalizados.

Los resultado, según los propios usuarios están por ver. «Nos quitaron los trenes por la noche para mejorar el servicio, pero seguimos igual aunque con menos gente en los vagones», puntualiza Belarmina Gutiérrez. «Me queda poco para jubilarme y sigo viajando en tren, pero si fuese más joven no lo haría. Cuando no vaya a trabajar, no subiré más en tren», apostilla.

Las obras de renovación integral del tendido entre El Berrón y Gijón obligan a cerrar el tramo de ocho de la tarde a ocho de la mañana, lo que «hace que los pasajeros se trasladen en transportes alternativos durante ese horario».

«Esos trabajos -añaden en la Corporación de Siero- suman ya retrasos y parece ser que no estarán acabados antes del verano, lo que nos parece desproporcionado y que solo puede atender a una mala organización y previsión».