Uno de los radares de la avenida de Viella, en Lugones. A. F. G.

El coche radar de la DGT es 'cazado' en Lugones, Siero, al doble de la velocidad permitida

Fue captado por uno de los radares de la avenida de Viella, al circular a casi 60 kilómetros por hora, cuando era conducido por un policía local de Siero

Domingo, 3 de noviembre 2024, 01:00

En plena 'guerra de las multas' en Siero, surge una nueva sanción. Esta vez, la infracción «grave» tuvo lugar en la avenida de Viella el pasado junio. Un vehículo mixto adaptado, un monovolumen Fiat, fue captado por el radar en Lugones circulando a 59 kilómetros por hora, casi el doble de la velocidad permitida en esta vía, según la legislación vigente (30 kilómetros por hora). ¿La cuantía de la sanción? 300 euros, 150 con pronto pago, además de la pérdida de dos puntos en el carné de conducir. El problema radica en el titular del vehículo y su conductor: se trata del coche radar de la Dirección General de Tráfico (DGT), un vehículo que se cede a los ayuntamientos para campañas específicas de seguridad. En el momento de la infracción, era conducido por un agente de la Policía Local de Siero.

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Existe la posibilidad de que el policía local en cuestión estuviera atendiendo una emergencia. Pero, según ha podido saber EL COMERCIO, no consta ninguna intervención de los efectivos del cuerpo el día en que se interpuso la denuncia.

Esta sanción se da a conocer pocos días después de que se intensificara el conflicto entre agentes municipales, adscritos al Sindicato Independiente de la Policía Local de Asturias (SIPLA), y el alcalde, el socialista Ángel García, 'Cepi'. La disputa estalló después de que este diario informara de que, el viernes 28 de octubre, tres coches particulares de funcionarios fueron multados por estacionar de forma indebida en una zona frente a las dependencias del cuerpo en La Pola.

La respuesta no tardó en llegar. Desde la delegación de Siero del SIPLA se acusó al alcalde de acosar y perseguir al colectivo. Además, aseguraron contar con el permiso necesario para estacionar en esa zona. ¿Qué ocurrió después? El jueves 24 del mes pasado, multaron el coche del regidor, el de Alcaldía y a uno de Urbanismo por estar aparcados frente al Ayuntamiento. ¿El motivo? La última orden dada por el jefe en funciones, que indica que los agentes deben controlar las zonas de estacionamiento prohibido, excepto para vehículos municipales. «Se recuerda que los vehículos con tales características deben figurar en el registro de la DGT como de titularidad del Ayuntamiento de Siero». Y muchos de ellos son de renting.

El alcalde contraatacó: «Quiero pedir disculpas a los ciudadanos por tener a estos personajes en el cuerpo de Policía, un tema contra el que llevo luchando desde que accedí a la Alcaldía en 2015», declaró al día siguiente, viernes 25 de octubre. «Estamos corrigiendo estas imperfecciones en el sistema». Añadió que, «lamentablemente», no se puede despedir en la función pública, algo que, en su opinión, «debería corregirse».

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Epi y Blas

El regidor recordó que los tres policías aparcaron sus vehículos personales en zonas no permitidas. «Porque son así; se les denunció y, en lugar de asumirlo, dicen que es acoso por parte del alcalde». Sin mencionar al SIPLA, pero en clara alusión al sindicato, afirmó que el líder de «esta especie de banda mafiosa» acababa de reincorporarse de una baja; en 2023 trabajó solo 17 días y este año, apenas 45, y que, debido a ello, «se le ha olvidado distinguir las señales de tráfico».

El alcalde también se refirió a las sanciones impuestas a los vehículos municipales estacionados frente al Ayuntamiento, algunos de ellos incluso rotulados. «No saben diferenciar entre un servicio municipal y uno privado. Creen estar por encima del bien y del mal, y actúan de una manera próxima a la prevaricación y al abuso de autoridad. Los coches de servicios públicos no tienen por qué estar registrados a nombre del Ayuntamiento», aclaró 'Cepi'. Para reforzar su crítica hacia los policías locales, recurrió al sarcasmo: de una bolsa sacó dos peluches de Barrio Sésamo, el popular programa infantil de los años 80. «Como tienen esa confusión, hemos 'contratado' a dos personas para que les den a estos individuos un cursillo sobre nociones básicas de dónde pueden o no aparcar los ciudadanos. Han llegado hoy Epi y Blas para explicar a estos fenómenos lo que es un servicio público y uno particular».

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