Una aventura sobre ruedas de Nava al Dakar

El naveto Jaime Martínez Canteli, conocido como Parri, y sus compañeros Nekane Abin Bardeci y Santiago Díaz de Cerio Aristimuño, lograron un meritorio segundo puesto de la categoría Camiones H1 en el Rally Dakar. Nava lo celebraba ayer con su campeón, un amigo de todos los navetos.

Martínez lleva más de 15 años como bombero en el parque de Cangas de Onís, y fue el único asturiano en el Dakar de este año. Participó como pilotó desde el camión Mercedes 2636 A 6X6 (TH-TRUCKS TEAM), con Nekane Abin como copiloto y Santiago Díaz de Cerio como mecánico.

El naveto llegaba ayer a su tierra, Nava, donde le esperaba el homenaje de sus vecinos, para los que ya es un gran campeón como ayer se lo hicieron saber. Todos querían felicitarlo y hacerle saber lo orgullosos que están de él. El objetivo inicial, cuando partió de Nava, era simplemente terminar la prueba, por lo que ser capaz no solo de hacerlo, sino de subirse también al podio ha sido un éxito sin duda soñado, pero complicado de lograr, sobre todo en la que era su primera experiencia en el Dakar Classic.

El piloto asturiano reconocía que «las cosas salieron mucho mejor de lo que habíamos pensado». No descarta una segunda participación, pero las expectativas no vaticinan que sea en un futuro cercano.

Parri partió de Nava en su Mercedes con el número 913. Ayer ofrecía a sus familiares y amigos su segundo puesto, y brindaba con ellos agradeciendo el apoyo y las fuerzas que le iban mandando durante las trece etapas que tuvo que superar. Toda una proeza que el naveto reparte entre sus compañeros de equipo, patrocinadores y amigos, porque asegura que «yo sólo conducía».

Tras su éxito Parri ha tenido que asimilar más de 48 horas en las que mensajes, llamadas y muestras de cariño le desbordaron a él y a su equipo. Su destreza y dureza a la hora de conducir se convierten en dulzura cuando habla de quienes le apoyaron en esta «aventura inolvidable», conduciendo «donde más disfruto», les enviaba un mensaje a todos agradeciendo por la confianza que tuvieron en él desde los patrocinadores, hasta sus vecinos.

«Este Dakar es de todos los que me ayudásteis, no sólo mío. Es de todos», les decía muy emocionado. Emociones que ayer se multiplicaron en el recibimiento que su pueblo le brindó, porque en Nava «nadie te puede hablar mal de Parri y de su familia. Ahora tenemos nuestro propio campeón, un gran guaje», apuntaba uno de sus vecinos mientras esperaba poder abrazarlo. Y es que este segundo puesto sabe a victoria. Nava vivió este Dakar con uno de sus vecinos más querido, todo los navetos estuvieron pendientes de Parri y su equipo, protagonistas en las conversaciones de chigres y en las tiendas. Todos estaban pendientes de la hazaña de su vecino, y todos iban día a día participando de sus avances.

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