El acusado accede a los juzgados de Oviedo acompañado de su abogado. Álex Piña

La acusación eleva la petición de cárcel por acoso para el jefe policial de Siero y suma lesiones psíquicas

El procesado, que ahora se enfrenta a tres años y tres meses de prisión, se declara inocente y el demandante asegura que le tiene «inquina»

A. Fuente

Oviedo

Lunes, 11 de marzo 2024, 17:20

Primera sesión –de un total de cuatro previstas– del juicio por el que el jefe de la Policía Local de Siero se sienta en el banquillo de los acusados por un presunto delito de acoso laboral y por el que la Fiscalía pide un ... año de prisión. Una pena que aumenta ante la reclamación de la acusación particular –que ejerce el Sindicato Independiente de la Policía Local de Asturias, Sipla, a cargo del abogado Guillermo Calvo– en representación del agente demandante. Esta parte elevó la pena a año y tres meses a lo que suma otros dos por otro delito de lesiones psíquicas del subordinado en el cuerpo.

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Los hechos juzgados ocurrieron, según la Fiscalía, entre 2018 y 2022. Fueron muchos los actos expuestos para convencer a la titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo que, efectivamente, el mando acosó al agente. El letrado de la defensa centró su estrategia, primero, en excluir a su patrocinado de las decisiones directas que habrían socavado la integridad moral del funcionario. Pero, sobre todo, exponiendo el conflicto laboral existente en el cuerpo entre los afiliados al sindicato Sipla –como lo es el demandado– y del CSIF, el jefe policial. Y todo porque este mando interpuso una denuncia previa ante Fiscalía para desvelar un supuesto fraude en el cobro de horas extra. «La mayoría de la plantilla nos dejó de hablar cuando cuatro formamos la sección sindical de CSIF», aseguró el mando ante la juez.

Sobre los muchos actos expuestos por la Fiscalía y la acusación particular –como un mensaje de mensajería móvil ofensivo, la colocación de carteles insultantes o la retirada del arma al agente–, el jefe aludió todos los hechos a ese conflicto interno. De hecho, aseguró que cuenta con más demandas similares por agentes todos afiliados al Sipla. «Se inventan los motivos de las denuncias», clamaba en la sala de vistas. Defendió que todas sus actuaciones y decisiones estuvieron motivadas y sujetas a derecho; tan solo reconoció un error, por el que pidió perdón, que fue enviar el citado mensaje en un grupo profesional en que se generó un cruce de insultos entre ambos. «No lo debí hacer, es algo de lo que no me siento orgulloso».

El jefe policial se declaró inocente de los cargos y fue su letrado quien quiso arrinconar al demandante dando a entender que estuvo largas temporadas de baja laboral, pero realizando pruebas deportivas de alto rendimiento. El celo de este abogado, Luis Tuero, provocó el enfado del fiscal y de la propia juez que le llamaron la atención por hostigamiento al acusado en su turno de preguntas.

Después de una hora y tres cuartos de respuestas del jefe de la Policía Local a las diferentes partes –incluso al abogado de la acusación particular, para malestar de Tuero–, pasó a la sala el demandante quien expuso un escenario totalmente diferente. Por lo pronto, negó que este supuesto acoso esté relacionado, de manera alguna, con ese conflicto sindical dentro del cuerpo. ¿Entonces, por qué? «Me tiene inquina. Me he preguntado durante todo este tiempo qué tiene contra mí», decía. Admitió que él, efectivamente, estaba afiliados al Sipla porque era el sindicato mayoritario del cuerpo y porque defendía los derechos laborales de los agentes, «pero yo nunca fue delegado sindical, nunca hice declaraciones sobre este asunto y con el tema de las horas extra, yo apenas contaba».

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Se refirió al primero de los mensajes de ese grupo en el que se sintió insultado por el mando. «Sí, es cierto que respondí –le dijo que si ya estaba borracho, fue en Nochevieja–; pero por un motivo, quería mostrar fuerza ante él, porque sé que si comenzaba así conmigo no me iba a dejar nunca. Lo he visto hacer con otros compañeros a lo largo del tiempo», manifestó. Aseguró ante la juez que, a causa del constante hostigamiento del jefe y de su grupo de agentes amigos, padece importantes trastornos psíquicos –como falta de sueño o de concentración– y dijo que si hacía deporte era por recomendación facultativa. «Me dijo el psiquiatra que la práctica deportiva iba a llegar donde no lo hacía la medicación».

El Sipla, antes del inicio de la vista, ha pedido la suspensión cautelar de este mando al alcalde de Siero, el socialista Ángel García, como jefe orgánico del cuerpo. Por su parte, el regidor, que ya mostró su total apoyo al jefe de la Policía Local, se quejó de que acusar de acoso «es muy fácil, siempre de forma dudosa, simplemente contra la gente que no es de su cuerda; es muy triste».

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