Los vecinos de Cardo, hartos de la sucesión de robos en sus fincas

En su caso, en los casi 24 años que su familia lleva en la misma finca rural, ya han entrado cuatro veces. «Se lo llevan todo y dejan un estropicio por todas partes», añade. El último robo ocurrió durante el último fin de semana; «nos fuimos el domingo a las nueve y pico de la noche y al volver el sábado siguiente nos lo encontramos todo destrozado». La máquina cortacésped había desaparecido, al igual que una bicicleta, herramientas varias, comida, gasolina y más objetos. La pérdida, lamenta esta avilesina, «ronda entre los 10.000 y 12.000 euros». Lo más costoso será la reparación de las puertas, las cuales «tuvieron que reventar a mazazos porque son de madera de iroco, de cuatro dedos de espesor; vienen ya preparados porque las conocen», protesta.

No es la primera vez que en la zona rural de Gozón se denuncian robos, que siguen el mismo ‘modus operandi’ –el último golpe fuerte fue hace unos seis años–. Y, aunque las patrullas de la Guardia Civil «responden rápido, en diez minutos se presentan», la situación llega a ser insostenible.

El nuevo robo señala una vez más el «olvido» al que aseguran les tiene sometidos el Ayuntamiento de Gozón, empezando por la falta de luz, problema que piden que se solucione desde hace quince años. Consideran que «así no parecería una vía abierta» para los robos. «En los 750 metros, que es el camino en el que estamos, no hay farolas. Ni una sola, el camino está a oscuras», subraya esta vecina; indignada con que le pidan la referencia catastral en el Consistorio para ubicar la zona «cuando lo hemos metido por registro un millón de veces para pedir las farolas».

Ahora, piden «una vez más» al Ayuntamiento que se solucione el problema y «que se cumpla lo prometido en campaña».