Rocío Soto y Monchi Suárez hablando, ayer, en El Entrego. M. VARELA

Los usuarios del CAI de Pando, en Langreo, salen a la calle para dar visibilidad a la discapacidad

Las próximas 'Sillas al fresco', una iniciativa en la que charlan con los vecinos, se colocarán en unas semanas en Pola de Laviana

Marta Varela

Gijón

Jueves, 31 de octubre 2024, 01:00

¿Charlamos?». Esta fue una de las nueve invitaciones que los usuarios del Centro de Atención a la Integración (CAI) de Pando lanzaban ayer a los vecinos de la localidad samartiniega que paseaban por el entorno de la iglesia de la localidad. Algunos vecinos aceptaron ... la propuesta y se sentaron junto a ellos improvisando charlas con los usuarios en plena calle. Se trata de una acción para dar «visibilidad a las personas con discapacidad».

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Esta era la segunda experiencia tras la realizada en el distrito langreano de La Felguera, el pasado mes de mayo. Además en unas semanas esperan volver a repetirla en Pola de Laviana. Los organizadores reconocen que al principio a la gente le cuesta sentarse pero en pocos minutos se animan y comparten con los usuarios momentos divertidos. A pesar de esos primeros momentos dubitativos, la respuesta de los ciudadanos está siendo muy buena, según los organizadores que tildan la idea de «reivindicativa y beneficiosa para ambas partes».

La mecánica será la misma, en la calle se colocan sillas, cada una esta ocupada por una de las personas usuarias del centro de Pando, que ofrece otra silla a la persona que quisiera sentarse a su lado y hablar unos minutos. La iniciativa tienen una duración de aproximadamente hora y media por lo que los vecinos pueden sentarse en varias sillas.

'Silles al fresco', que es como se ha denominado a esta original iniciativa que busca que la población en general conozca otras realidades, en esta ocasión había nueve sillas en las que se improvisaron charlas como la que mantuvo. Rocío Soto natural de Bimenes que tenía muchas ganas de hablar sobre las cosas que hacia su sobrina, y de lo que le encantaban las Barbies. En la silla de enfrente estaba la langreana Monchi Suárez Rodríguez, escuchando atenta y compartiendo risas con sus interlocutora.

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