Los muertos del corredor del Nalón iban a un funeral: «Fue tremendo»

Argüelles había acudido al oficio religioso en sustitución del cura de Lada y a pocos minutos de tener que iniciarse el funeral, recibió un mensaje que en principio no le preocupó demasiado. Una de las nietas de la fallecida se retrasaba. Todavía no había llegado a la iglesia. Le pedían que esperara unos minutos.

Así lo hizo, pero el transcurrir del tiempo empezó a dar paso a otra sensación: «Empezamos a preocuparnos». Y es que ya les estaba llegando la noticia de que se habìa producido un accidente en el corredor del Nalón, con víctimas mortales. Empezaron a temer que entre esas personas pudiera estar la nieta de Silvina o alguno de sus familiares. Así fue. Aunque aún no tenían la certeza.

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De hecho, el funeral tuvo que comenzar, y celebrarse, sin saber qué estaba pasando. «Según avanzaba la misa, cada vez nos íbamos temiendo más que esta familia fuera la víctima, pero no teníamos la certeza», explica Marcos Argüelles. «Estábamos allí sin saber lo que había pasado, fue tremendo», añadía. Tras finalizar el oficio religioso, ya pudieron confirmar los peores presagios. La tragedia se había cebado con esta familia. El marido y la suegra de la nieta de Silvina habían fallecido tras chocar contra el vehículo en el que viajaban otro turismo. El conductor del coche en el que viajaba esta familia fue ingresado en estado grave.

Tanto el cura como el resto de los asistentes trataron de apoyar en la medida de lo posible a los familiares más cercanos, pero «estábamos todos muy nerviosos». «Nunca me había pasado algo así», apuntaba el cura de Campo de Caso, que lleva dos años ordenado como sacerdote. La «pena», incidía, marcó la jornada. «Son demasiados muertos en pocos meses», añadía el cura.