Senén Fernández, en el juicio por el crimen de Teresa Aladro esta mañana. Mario Rojas
Juicio por el crimen de Teresa Aladro

«No fue un asesinato sino un accidente», remarca la defensa del acusado de matar a su exmujer en Laviana

La Fiscalía solicita 27 años de prisión para el lavianés que mató a su esposa con una escopeta

Marta Varela

Laviana

Viernes, 10 de mayo 2024, 13:18

Comienza el juicio por el crimen de María Teresa Aladro cuando se cumplen tres años de su fallecimiento. Senén Fernández Rodríguez, acusado de matar de dos disparos de escopeta María Teresa Aladro Calvo, que estaba en trámites de divorcio, en la madrugada del 20 de mayo de 2021, se enfrentó esta mañana a la primera sesión del juicio en el que se enfrenta a 37 años de prisión, según la petición de la acusación particular ejercida por la letrada Ana García Boto. Junto a la acusación particular, coincidiendo en la calificación como un asesinato está la Fiscalía, la abogada María Pérez por Abogadas por la Igualdad y en representación del Ministerio de Igualdad el abogado del estado Joaquín Viaño su petición se rebaja en diez años.

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Pancarta colgada antes los juzgados. Mario Rojas

Mientras, la defensa ejercida por Luis Fernández del Viso, como abogado de oficio, califica el crimen como homicidio imprudente y pide una pena de prisión de 1 año. Alegó el letrado que el acusado entró en el domicilio porque la víctima le abrió la puerta al decirle este que se iba a suicidar. Y ratificó la declaración del acusado realizada dos años después del crimen, centrándose en que los dos disparos se produjeron de forma fortuita cuando se encontraba de rodillas en la habitación de su todavía mujer con intención de suicidarse: «Apoyó el arma en su barbilla y María Teresa intentó impedirse y al tratar de quitarle el arma esta se disparó y le entró por la zona del hígado adquiriendo una trayectoria ascendente de izquierda a derecha saliendo por la escápula derecha». El segundo disparo fue a su juicio si cabe «más fortuito», ya que «debido al retroceso el arma se golpeó en el suelo y se disparó en ese momento María Teresa se había dado la vuelta y el disparo impactó en ella por espalda».

La declaración de Senén Fernández

Senén Fernández Rodríguez llegaba a la sala tercera de la Audiencia provincial desde el módulo de enfermería de la cárcel de Asturias donde ingresó el 21 de mayo de 2021 tras reconocer a su hijo haber matado a su madre. No declararía en el juzgado hasta dos años después cuando se hizo cargo de su defensa Luis Fernández del Viso que manifestó que «hasta esa fecha nadie le había preguntado cómo ocurrieron los hechos». Tras escuchar, con la mirada perdida en el suelo de la sala los escritos de las cuatro acusaciones, negando con su cabeza cuando se hacia referencia a su supuesta actitud controladora hacia su mujer e hijo, llegó su declaración. Fernández aceptó contestar a las preguntas de las cuatro acusaciones y a las de su defensa. Siguió la línea marcada desde hace un año por su defensa intentando demostrar, como dijo su letrado que «no fue un asesinato, sino un accidente».

Comenzó interpelando el fiscal Fernando Laserna, aunque no pudo concluir debido a que la magistrada decidido suspender la sesión a las dos y veinte de la tarde para retomarla el lunes. Acusado y fiscal repasaron la convivencia del matrimonio centrándose en el periodo entre marzo de 2021, cuando la fallecida decide separarse, y los minutos antes del crimen. Precisamente en el momento en que Senén iba a explicar como se disparó el arma —«la seguí hasta la habitación y me arrodillé y puse la escopeta en mi barbilla. Solo pensaba en suicidarme»— se suspendió la sesión.

En esta primera toma de contacto, las contradicciones fueron evidentes. El acusado relató que no le puso trabas a su mujer cuando esta decidió separarse y que pudo llevarse del domicilio familiar todo lo que quiso, algo que puso en duda Laserna advirtiendo al jurado que más adelante podrán escuchar en audios como no es así. Y remarcó la existencia de WhatsApp y numerosas llamadas telefónicas con la finalidad de controlarla, como se refleja en algunas de ellas.

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El acusado, por su parte, incidió en que entre la pareja no había problemas de convivencia y que lo que motivo la separación fue que Teresa Aladro «no estaba de acuerdo con que estuviese tanto tiempo en Aller atendiendo al ganado y que no la acompañase a ver a su familia a Caleao». Pero puntualizó: «Cuando me lo dijo le prometí que iba a cambiar y que vendería el ganado para estar más tiempo con ella». Además, confirmó que todo su entorno conocía su intención de suicidarse y que por eso su hijo vivía con él. «Yo quería que volviese conmigo», explicó e incluso llegó a decir que en varias ocasiones su padre, su hermano y el hijo que tenían en común «intentaron convencerla para que volviese» con él. Y confirmó como después de irse su mujer a vivir al piso donde la mataría un mes y medio después, seguían estando en contacto. «Fuimos a comer varias veces con nuestro hijo, nos vimos varias veces y vino a una cena que organicé en nuestra casa».

Tras escuchar los relatos sobre cómo murió María Teresa Aladro será un jurado compuesto por seis mujeres y tres hombres el que deberá concluir, previsiblemente en una semana, si fue un asesinato, como sostienen las cuatro acusaciones, o un homicidio imprudente, como explicó la defensa.

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