«No sé lo que pasó, oí dos disparos y, cuando abrí los ojos, vi a Teresa en el suelo y me fui»

«Nunca quise hacer daño a Teresa». Senén Fernández, acusado de matar a su exmujer Teresa Aladro de dos disparos en su casa de Laviana en 2021, se arrodilló, colocó la escopeta en su barbilla (así declaró que estaba cuando se produjo la muerte de la víctima) y, en ese momento, se derrumbó. Tras un parón de unos minutos y un sorbo de agua siguió reconstruyendo los últimos minutos de vida de su expareja en el arranque de la segunda sesión del juicio que se celebra en Oviedo. Explicó que cuando se arrodilló, cerró los ojos y «no sé lo que pasó, solo oí dos disparos y cuando abrí los ojos vi a Teresa en el suelo y me fui».

Contestaba así al fiscal Fernando Laserna con la escopeta histórica que usó encima de la mesa, a petición de la Fiscalía, para que el jurado pueda comprobar que tiene doble gatillo, así como sus medidas. Factores que permiten valorar si es posible que el acusado estuviese en la posición en la que declaró que estaba el trágico día. Senén Fernández aseguró que estaba en la casa a la que se había ido a vivir su expareja, que la siguió hasta una habitación, y allí se arrodilló y apoyó el arma en la barbilla para suicidarse. Continuó diciendo que su exmujer trató de quitársela y que el arma se disparó por primera vez desde abajo. Según la defensa, además, «es una arma histórica en la que no hay que hacer casi presión para disparar una segunda vez». El segundo de los disparos alcanzó por la espalda a la víctima y le provocó la muerte.

El acusado contestará también a lo largo de la sesión de este lunes a las preguntas del resto de las acusaciones y de su propia defensa. Además, está previsto que declaren el hermano y la cuñada del acusado, y el padre, el hermano y amigas de la víctima, así como el hijo de ambos.