Hunosa prevé gastar otros 3,5 millones de euros para seguir desmantelando el pozo Santiago

De este modo, la hullera estatal explica en la documentación que el cese de la actividad extractiva del Área Aller «conlleva una serie de obligaciones en cuanto a la conservación y mantenimiento de la propia instalación minera, así como de la recuperación de los materiales y equipos que alberga el yacimiento que, desde su génesis, hasta el final de su actividad como unidad de producción, han sido parte imprescindible de infraestructura minera necesaria para la operación durante varias décadas».

El compromiso de la empresa desde un punto de vista de recuperación medioambiental, así como la necesidad de asegurar la calidad de las aguas que se depositen dentro de un hipotético embalse minero, hacen que los trabajos de recuperación del espacio minero degradado se dilaten en el tiempo, «debido a la extrema dificultad que entraña recuperar una mina de interior bajo los preceptos de responsabilidad adquiridos por la empresa, en cuanto a la seguridad y el medioambiente».

De otro lado, la posibilidad de reutilizar los materiales y equipos que, formaron parte de la infraestructura minera y cuya condición de conservación sea aceptable, resulta un beneficio desde un punto de vista de economía circular. En enero de 2022, la hullera ya había licitado un primer contrato para la ejecución de estas labores por un importe de 4,3 millones de euros y otros dos millones en 2019.

Fue en 2018 cuando se terminó con la actividad extractiva en este pozo minero allerano. Pero ahora, cuenta con proyectos que le quieren dar una segunda vida. Ambos han sido propuestos por el SOMA-FITAG-UGT ya comienzan a adquirir forma. Uno de ellos es el centro de 'big data' en las galerías de la explotación. El alcalde del concejo, el socialista Juan Carlos Iglesias, ya avanzó que el Principado se ha puesto en contacto con Hunosa «para avanzar en esta propuesta». De hecho, el responsable regional quiere abordar este asunto con el presidente de la hullera, Gregorio Rabanal.

El secretario general del sindicato minero, José Luis Alperi, defendió dar un impulso a este plan. Argumentó que este tipo de instalaciones precisan de una ingente cantidad de agua para su refrigeración, «agua con la que ya cuentan los pozos inundados», apuntó el responsable sindical. De hecho, se trata de uno de los problemas fundamentales para el desarrollo de este tipo de instalaciones en otras zonas del país.

El segundo de los proyectos es el desarrollo del Centro Nacional de Entrenamiento en Rescate (CNER). La idea principal, según el proyecto del SOMA es que la explotación sirva para la formación, la investigación y los servicios relacionados con los trabajos de especial riesgo en obras subterráneas y espacios confinados; así como la formación y capacitación profesional de equipos de salvamento.