El Descenso del Nalón más madrugador mira al cielo

En la nave municipal, convertida como cada año en improvisado astillero, se afanaban ayer los participantes en rematar las embarcaciones. Todas estaban casi listas, conscientes de que este año tendrán que comenzar por la mañana, cuando deberán acercarse a pasar el control de altura y anchura impuesto para poder desfilar. Será entre las diez y media de la mañana y la una, aproximadamente, ya que a las tres de la tarde comenzará el desfile desde el barrio de Tapia, partiendo por la calle La Libertad para llegar a Puente de Arco.

Mientras en las embarcaciones se afanaban en trabajos de pintura y decoración, los integrantes de la peña Los del bajo estaban pendientes de sus teléfonos móviles ante un problema imprevisto que, creen, puede no tener solución. Y es que los 650 disfraces de los integrantes de la misma llevan desde el lunes paralizados en el País Vasco. Temen que no lleguen a tiempo. Por si acaso pudiesen salir de aduanas, hay un coche preparado para ir a recogerlos. Mientras, los romeros buscan en sus armarios algo con lo que disfrazarse.