Comienza una investigación arqueológica en Lena para datar los castros del valle del Huerna

Desvelar las incógnitas que jalonan el pasado en el concejo de Lena, así como aportar material para una futura ruta turística por el municipio; estos son los dos objetivos principales de la nueva campaña de investigación arqueológica que acaba de iniciarse. Los trabajos, dirigidos por el doctor en arqueología Alfonso Fanjul Peraza, se centran en el castro de Castiechu de Tiós, a 776 metros de altitud, sobre una zona desde la que se divisa la parte central del valle del Huerna.

Allí, el equipo que encabeza Fanjul desarrolla una investigación arqueológica que pretende obtener varias dataciones de carbono 14 para conocer más sobre la historia y ocupación de este emplazamiento. La idea es acabar datando todos y cada uno de los castros del valle del Huerna y, también, revisar algunos de ellos, que, explica Fanjul, «se consideran dudosos». El resultado de estas investigaciones dará forma a un estudio cronológico completo del asentamiento castreño astur en el valle. También, destaca, se busca «multiplicar los conocimientos sobre las primeras etapas de la historia del concejo». Y, además, todo este trabajo servirá para avanzar en uno de los más ambiciosos proyectos del Ayuntamiento de Lena: la creación de una ruta turística.

Una iniciativa en la que ya trabaja el Consistorio y con la que se pretende dar a conocer la historia local y poner en valor los vestigios castreños de la zona del Huerna.

Se trata del proyecto Pintaius, coordinado por Xurde Oca y que viaja al pasado de la mano de aquel soldado astur que fue reclutado por los romanos durante la época de Nerón como emperador y que formó parte de un cuerpo de infantería auxiliar, la Cohors V Asturum. Este soldado, cuyo origen se sitúa tradicionalmente en Lena, llegó a alcanzar el puesto de signifer, es decir, portaestandarte. Pintaius falleció en combate, en la frontera germana, a finales del siglo I antes de Cristo, en el año 69, durante la revuelta de Julio Civilis, en el conocido como 'año de los cuatro emperadores'.

El proyecto municipal parte de reconstruir, publicar y difundir el a perfil biográfico contextualizado de la lápida de Pintaius con una exposición, acompañada de una maqueta de los poblados castreños. Otra de las patas de este proyecto es la citada senda turística, que enlazará los castros e incluirá paneles explicativos de cada yacimiento. El tercer eje del proyecto se centrará en recrear la vida de Pintaius como personaje histórico, lo que se haría a través de un mercado de época y el uso de su imagen en galardones y trofeos.

De momento, ya se ha puesto en marcha la campaña de investigaciones arqueológicas. Se realiza mediante la limpieza de uno de los cortes del yacimiento, en el que los investigadores han podido documentar y rescatar materiales de distintos desperdicios procedentes de la ocupación del asentamiento, como restos de huesos de fauna y cerámica, cuya datación permitirá conocer la historia del mismo.

Asimismo, se tiene previsto realizar una topografía y un estudio del polen para conocer cómo era el paisaje en la época en la que se ocupó el castro, ubicado sobre las alturas de una llanura y cuyas defensas son mayoritariamente naturales, por la pendiente de las colinas donde se hallaba el poblado fortificado, «añadiéndose un gran foso artificial de casi una decena de metros de profundidad en la zona occidental para impedir el acceso al castro, y un pequeño contrafoso lateral».

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