Fallece un trabajador de 59 años al quedar atrapado en una máquina de la fábrica de Sontara

Un trabajador de la empresa Sontara falleció este lunes a última hora de la tarde en las instalaciones industriales de dicha empresa, ubicadas en el valle de Tamón, en Carreño. Fuentes cercanas a los trabajadores indicaron que, por causas que se desconocen, la víctima quedó atrapada en una máquina de embalaje, lo que le generó heridas incompatibles con la vida, sin que sus compañeros de trabajo pudieran impedirlo. De inmediato dieron aviso a los servicios de emergencia y activaron los protocolos previstos para los casos de accidente.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron los servicios sanitarios, pero no fue posible hacer nada por salvar la vida del operario, J. V. F. R. de 59 años, y vecino de Gozón.

Por su parte, desde la Guardia Civil de Asturias se informó de que se recibió al aviso a las ocho de la tarde, alertando de un accidente laboral grave en la empresa Sontara. Hasta el lugar acudieron también efectivos de los Bomberos de Avilés. Una patrulla de Patrulla de Seguridad de la Guardia Civil de Gijón detalló que el trabajador quedó atrapado en una máquina de la línea de embobinado.

Hasta el lugar del accidente se trasladó el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Asturias, que será el encargado de instruir las diligencias, a la espera, al cierre de esta edición, del levantamiento del cuerpo por la autoridad competente.

La empresa afectada tiene en Tamón una factoría que cuenta con unos setenta trabajadores y que dispone de líneas de la más alta tecnología del sector. Hace un par de años, la empresa realizó una inversión de 7,63 millones de euros en su fábrica de Tamón con vistas a aumentar la velocidad de su línea de tejidos no tejidos para uso sanitario y mejorar la eficiencia energética de las instalaciones. En ese momento, el Gobierno de Asturias respaldó esta inversión con una subvención de 1,89 millones de euros. El primer plan de la empresa, propiedad de la estadounidense Glatfelter, consistió en mejorar la eficiencia energética de la principal línea de producción de la fábrica mediante actuaciones específicas en los procesos de bobinado e hidrotrenzado.

Las mejoras permitieron aumentar la velocidad de trabajo de la línea, de modo que los periodos de funcionamiento necesarios para alcanzar niveles de producción equivalentes serían más cortos, con vistas, también, a reducir el consumo de energía.

La multinacional suiza Jacob Holm compró Sontara a DuPont en 2014 y la vendió en 2021. En octubre de ese año, Glatfelter, líder mundial en el suministro de materiales de ingeniería con sede en Charlotte (Estados Unidos), completó la adquisición de Sontara a Jacob Holm.

El que fabrica Sontara es un tejido no tejido', aparente contradicción que tiene su explicación en el proceso de producción. No se teje. Es un compuesto de fibra de poliéster y celulosa de papel que se consigue entrelazando sus fibras mediante chorros de agua a alta velocidad, sin que intervenga proceso químico alguno en su fabricación.

El resultado es un tejido de altas prestaciones técnicas apto para diversas aplicaciones, desde bayetas de uso doméstico o industrial hasta toallitas secas o húmedas, reposacabezas, batas de quirófano o limpieza de salas blancas, espacios en los que se exige un absoluta ausencia de gérmenes, como sucede en la fabricación de fármacos o de componentes electrónicos.

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