La Semana Santa en Asturias está sufriendo las consecuencias del mal tiempo. Decenas de procesiones se han cancelado en los últimos días a causa de la lluvia. Y Candás, ayer, no fue la excepción. La tan esperada procesión de la Virgen del Rosario se suspendió por decisión de los propios organizadores, ante el peligro que representaba el traslado de la imagen de la Virgen hasta la Cofradía de Pescadores con el suelo mojado.
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Sin embargo, el canto de la tradicional 'Salve marinera', que normalmente se realiza en el Paseín de Candás, se llevó a cabo dentro del templo, con el acompañamiento musical de la Banda de Música local.
La vocal y asesora de la Cofradía de la Virgen del Rosario, María Teresa Álvarez, lamentó los inconvenientes causados por la lluvia, pero aseguró que «para los verdaderos creyentes, la Semana Santa se celebra igualmente».
«Somos doce las personas que pertenecemos a la cofradía y organizamos esta celebración. Estamos viviendo una Semana Santa diferente, con muchos inconvenientes por la lluvia, pero estamos felices de poder contar con la colaboración de tanta gente y de tener relevo generacional», precisó Álvarez, que agregó que, «la gente joven se une cada vez más a estas actividades y para nosotros eso es muy importante».
Concepción González, vecina de Candás, afirmó que «es una pena que las procesiones no puedan celebrarse. Esperamos todo el año para verlas. Aún así somos creyentes y aquí estamos».
«Creo que hicieron bien en cancelar la procesión, con lluvia es un peligro sacar a la Virgen», agregó Manuel Vega, otro candasín que acudió a la cita.
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