1.200 personas en la primera fiesta de Año Nuevo en Candás

Allí, la fiesta comenzó por la tarde, con unas campanadas infantiles para celebrar la llegada del 2025 con los más pequeños del concejo. En su caso, no fueron uvas, sino un pequeño cuenco con Lacasitos que encantó a los niños; además, hubo una sesión de DJ hasta que empezó la fiesta para los mayores.

El plato fuerte, según la Concejalía de Festejos, comenzó unos minutos antes de la medianoche y, para entonces, «cientos de jóvenes ya llenaban la carpa». Gracias a una pantalla gigante, pudieron presenciar en directo las campanadas desde la Puerta del Sol, en Madrid. Además, para que no faltara nada, los hosteleros de la zona repartieron uvas entre el público y bolsas de cotillón para amenizar la fiesta posterior. «Ha sido todo un éxito, un lleno absoluto durante toda la noche», se destacó desde el Ayuntamiento.

La velada fue «increíble, con un gran ambiente festivo», además de que no hubo «ningún incidente», según la Policía Local de Carreño, lo que permitió disfrutar de la noche sin problemas hasta altas horas de la madrugada, gracias a la ampliación de horarios en los bares, algunos de los cuales permanecieron abiertos hasta las siete de la mañana.

El alcalde de Carreño, Ángel García, se mostró satisfecho, pues se trató de una fiesta que «reactivó» Candás tras años sin celebrarse nada. «El pueblo solía estar muerto en Nochevieja, con los jóvenes saliendo fuera y los mayores celebrando en casa», afirmó.

Con la asistencia de 1.200 personas –sin contar el flujo de gente que «entraba y salía constantemente»–, el Consistorio dio por cumplido su objetivo, siguiendo la línea de los últimos carnavales celebrados en la villa.

«Se trataba de ofrecer un ocio atractivo que permitiera no solo a los jóvenes de Candás disfrutar sin salir de su localidad, sino también atraer a los de fuera», explicó el regidor de Carreño. Algo similar, añadió, a lo sucedido en febrero, cuando las fiestas de la villa registraron una gran asistencia. Así, en Nochevieja «se repitió lo mismo», con jóvenes de otras localidades, principalmente de Luanco, en Gozón, debido a la «cercanía».

Gracias a ello, se redujo el número de jóvenes que, por regla general en los últimos años, se desplazaban hasta Gijón o Avilés para celebrar la fiesta de Año Nuevo. Sin duda, destacó el alcalde, la intención es «mantener esta fiesta» de cara al futuro.

Por otro lado, en Luanco no hubo una celebración tan grande como en Candás, pero el Ayuntamiento de Gozón repitió su celebración de campanadas junto a la Torre del Reloj, donde se congregaron más de 200 personas en su segunda edición. «El Ayuntamiento repartió 150 gorros de Papá Noel y sidra achampanada para brindar después, aunque hubo gente que lo rechazó y trajo lo suyo», explicó Mariana García, de la Concejalía de Festejos.

La fiesta comenzó oficialmente quince minutos antes de las doce, con los presentadores Agustín Estébanez y Victoria Fernández, quienes «animaron la noche» hasta la una y media de la madrugada. A diferencia de Candás, en Luanco se siguieron las campanadas de la Torre del Reloj. Después, la fiesta se alargó hasta bien entrada la madrugada en los locales hosteleros.

Fue también, según la Policía Local de Gozón, una «noche tranquila».