Óscar Fernández Sierra en la redacción actual de EL COMERCIO

Óscar Fernández Sierra

«Nos leían desde Corea y Estados Unidos»

Óscar, junto a su hermana Marta, fue el artífice de que las informaciones de EL COMERCIO comenzasen a aparecer en internet en 1995

Iván García

Gijón

Miércoles, 8 de enero 2025, 18:38

E

n enero de 1995, EL COMERCIO hizo historia con la difusión de sus primeras informaciones en la red. Detrás de esas primeras informaciones, había un –entonces– estudiante de Ingeniería Industrial en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón (EPI). Óscar Fernández Sierra (Gijón, 1965), repasa treinta años después la intrahistoria de aquellas primeras informaciones digitales, embrionarias de la actual edición digital del decano de la prensa asturiana.

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–Fue usted un visionario...

–Bueno, no lo creo, pero lo que sí vi era la capacidad que iba a tener internet de dar visibilidad a todo este tipo de contenido y a la posibilidad de aprovechar el trabajo. Por ejemplo, si la Sociedad de Turismo de aquí de Gijón organizaba una campaña yo les intentaba hacer ver que esos folletos y esos textos había que ponerlos en la web para que así los pudiese leer cualquiera desde cualquier rincón del mundo.

–¿Y con EL COMERCIO? ¿Cómo surgen esos primeros contactos?

– Uno de los guías de mi vida es que estamos en este mundo para ayudar. Yo sentía que mucha gente, sobre todo de fuera de Asturias, no tenía acceso de primera mano a la información de aquí. Ahora coges y vas a la edición digital de los periódicos, pero entonces no había esas cosas.

–Y junto a su hermana Marta comenzaron a publicar noticias de EL COMERCIO en la web. ¿Cómo lo recuerda?

–Yo lo que quería un poco también era 'liar' a mi hermana Marta para que empezase a habituarse al ordenador (se ríe). Entonces cogí y le preparé un atril de madera grande para que lo tuviera junto a la computadora. Cogíamos las noticias que nos parecían más interesantes de EL COMERCIO y elaborábamos un resumen poniéndole su titular, su texto... Todo a mano.

«Veía que mucha gente de fuera no tenía acceso a las noticias de aquí»

–Pero los periódicos aún no tenían edición digital, ¿no?

–Claro, Marta se encargaba de rellenar las informaciones a mano y yo las subía a un servidor de la EPI. Y desde ahí, las hacíamos llegar a todo el mundo.

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–Esto lo hacen de forma altruista, pero, ¿contactan con alguien de EL COMERCIO de entonces?

–Recuerdo que preparé un informe que se lo mandé a Carantoña, que todavía era el director de EL COMERCIO. Ese informe se perdió, no me contestaron, volví otra vez a la carga y me puse en contacto con los técnicos de entonces, con Ezequiel Martín y Pepín Fernández. Llegamos a un acuerdo y ellos me guardaban las noticias en un disquete; y yo por la noche me acercaba en bici, me lo guardaba y luego las llevaba el día siguiente a la escuela, las procesaba para andar convirtiéndolas en contenido web y las enviaba a esos grupos de gente de fuera de Asturias.

Óscar Fernández Sierra junto a su hermana Marta, en el año 1995

–Y esto lo hacíamos de forma totalmente desinteresada. Cada día en mi casa se compraba la edición de papel de EL COMERCIO religiosamente, pagando lo que costase entonces en pesetas, que ya ni me acuerdo.

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–¿Tenían constancia de que las informaciones que compartíais se leían en otros países?

–¡Ya te digo! Militares españoles en misiones de la OTAN en el extranjero nos escribían cuando alguna vez no les llegaban las noticias. Nos leían desde Chicago, Japón, Corea del Sur... También estaban los que nos pedían que si podíamos poner cosas de cualquier tipo, como los resultados del Betis.

–Treinta años después, el digital lo es todo... pero el papel se resiste a desaparecer. ¿Cómo lo ve usted?

–Cuando la gente empezó a poner los periódicos en internet, lo hacía por visibilidad. Entonces nadie se planteaba cobrar, porque la gente lo seguiría leyendo en papel. La gente se ha ido acostumbrando a ver esas noticias gratis.

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–¿Hay solución?

–Es complicado. Porque luego salen Netflix, Movistar o Disney y ves que la gente sí está dispuesta a pagar por contenido. Pero claro, el tema es cómo compites. Porque al final por un lado, está el tema económico, pero también el tiempo. La gente cada vez tiene más opciones que mirar. Entonces, para un periódico al final todas estas plataformas también son tus competidores.

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