Asunción Gómez-Pérez, catedrática y miembro de la RAE

«La inteligencia artificial ayuda, pero la creatividad la tienen las personas»

–Usted se ha especializado en inteligencia artificial y lenguaje. ¿Qué llevó a una ingeniera a interesarse por esta disciplina?

–Después de haber hecho el doctorado en Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, realicé una estancia de un año en la Universidad de Stanford y allí me especialicé en el tema de las ontologías. Las ontologías son modelos computacionales que proporcionan el vocabulario en unos lenguajes basados en lógica. Lo que hacen es describir las palabras, las características que tienen las palabras, sus relaciones con otras palabras, pero en vez de describirlo en un lenguaje natural, como lo hace un diccionario, pues lo hace en un lenguaje computacional. Este fue el origen, la semilla, por así decirlo, los primeros trabajos en un área que luego iba a terminar en el procesamiento del lenguaje.

–¿Y cómo ha sido su camino hasta llegar a la RAE?

–Durante todo este proceso he estado ejecutando muchos proyectos nacionales e internacionales, financiados por el programa MarCO y en colaboración con empresas, donde hemos aplicado esta técnica de ontologías y también hemos estado trabajando en la creación de estos vocabularios computacionales en una dimensión también multilínea.

–¿Qué cree que puede aportar la inteligencia artificial al estudio y preservación del español?

–La inteligencia artificial ayuda a mantener actualizados todos los materiales que tiene la Real Academia Española. Mediante, por ejemplo, una aplicación que es un observatorio y puede ayudar a descubrir nuevas palabras en español y así mantener el diccionario actualizado. O puede ayudar a los psicógrafos de la Real Academia a responder de una forma más ágil a todas las preguntas que se les plantean mediante un sistema de preguntas-repuestas.

–¿Puede contarnos más sobre los procesos en los que están implementando esta tecnología?

–La Real Academia está, en primer lugar, transformando los materiales que tiene almacenándolos en la nube, construyendo una plataforma que va a allanar el camino para que los materiales lingüísticos puedan ser utilizados por la inteligencia artificial. Y por otro lado, está ayudando a mantener actualizados los materiales mediante estas dos aplicaciones: el observatorio y un sistema de preguntas.

–¿Cómo cree que el mundo digital está impactando en la evolución del idioma?

–Desde varias perspectivas. Las personas nos comunicamos a través de multitud de dispositivos digitales que tenemos en nuestros móviles, y allí escribimos muchas veces sin prestar atención a las normas. Es decir, a veces utilizamos un léxico que no existe, cometemos faltas de ortografía, errores de gramática o de sintaxis. Ese sería un tipo de comunicación, que es la comunicación persona-persona. Luego, por otro lado, tenemos también la comunicación persona-ordenador. Es decir, nosotros le mandamos mensajes o hablamos con dispositivos informáticos y el dispositivo informático nos envía una respuesta. Nosotros, al hablar o al escribir, podemos cometer errores, pero lo que no puede ser es que el sistema informático no responda en un español correcto. El sistema informático o el sistema de inteligencia artificial, depende de cómo se haya hecho, puede cometer algún tipo de error, y eso se debe a que los materiales con los que han sido entrenados tienen algún tipo de error en sus cuentas.

–Las redes sociales han fomentado la aparición de nuevas palabras y modos de expresarse. ¿Cree que este fenómeno enriquece o empobrece el idioma?

–Las redes sociales hacen evolucionar la lengua. Tenemos que pensar que la lengua es un elemento vivo, en continua evolución. El idioma evoluciona introduciendo palabras nuevas y también reutilizando algunas palabras y adoptándolas a otros conceptos.

–¿Cree que el desarrollo de estas tecnologías acabará desplazando a profesionales en ámbitos relacionados con el lenguaje?

–La inteligencia artificial está permeando todas las áreas y todos los sectores de la sociedad. Aquellos profesionales que trabajan con el lenguaje no son una excepción, han de empezar a trabajar con estas nuevas técnicas de una forma colaborativa. Pero la creatividad es la persona. Como en cualquier otra profesión, es necesaria la formación continua en el uso de estas tecnologías para que no desplace a aquellas personas que no saben utilizarlo. Pero repito: es una colaboración. La inteligencia artificial ayuda, pero la creatividad la tiene la persona.

–Pero, ¿sería posible que la IA evolucione hasta tener su propia creatividad?

–Bueno, a fecha de hoy, todos los modelos de lenguaje se han alimentado de grandes cantidades de textos, con lo cual, aquello que es más frecuente es lo que el modelo 'recuerda'. Es un modelo probabilístico. Y lo que hace es, ante una determinada pregunta, determinar cuál es la palabra. Cuando el modelo se pone a escribir un texto, lo que hace es averiguar cuál es la probabilidad de la palabra que va aparecer a continuación. Entonces, estos modelos de lenguaje, por ahora, lo que hacen es repetir aquello que ha aparecido con mayor frecuencia en los textos. La creatividad va a venir a través del usuario, a través del 'prompt' que la persona realiza cuando consulta. Es decir, dependiendo de cómo se haga esa secuencia de 'prompt', el sistema va a generar un texto, pero la creatividad ha estado en la persona que ha creado el conjunto de esta secuencia.

–A día de hoy, la presencia de mujeres en el ámbito de la tecnología sigue siendo minoritaria. ¿Qué cambios cree que deben darse para fomentar una mayor presencia femenina?

–En tecnología y en ingeniería, yo creo que es fundamental comenzar una formación práctica que enganche a los niños y a las niñas desde edades muy tempranas en los colegios. Esto tiene que ir acompañado de una formación en los profesores que están en los centros educativos para que sean capaces de transmitir cómo esas matemáticas o esa física que están enseñando es de utilidad para realizar nuevos productos o dispositivos en el mundo real.

–¿Y hay referentes sólidos para que también las niñas se fijen y quieran desarrollar estas carreras en tecnología?

–Yo creo que, más que referentes, lo que se necesita es enseñarles que la tecnología es un camino en el que pueden desarrollar su profesión y si desde muy pequeñitos empiezan a trabajar con sensores, con robótica, con programas, van a ir encaminados hacia carreras de física. Y si tienen referentes, evidentemente, siempre ayuda.

–¿Qué consejo daría a las personas que trabajan con el lenguaje para que puedan implementar la inteligencia artificial en su trabajo?

–Para empezar, tener una formación básica, comprender los principios de la inteligencia artificial que muestran que, además de la inteligencia artificial generativa, existen otras técnicas que se llevan utilizando años y que son muy seguras. En segundo lugar, empezar a utilizar cierto tipo de programas que pueden ayudar en el trabajo, pero siempre desde la comprensión del terreno.