El temporal se ceba con 10 puertos

Sin haber tenido tiempo para recuperarse aún de los efectos del temporal de comienzos de febrero, diez puertos asturianos han sido azotados de nuevo por la mar con severas consecuencias, según informaron ayer los técnicos de la Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Principado, cuyo balance todavía es provisional.

Se trata de diez dársenas de titularidad autonómica -excepción hecha, por tanto, de las de Gijón, que mira con preocupación al Muro de San Lorenzo, y Avilés, ya que dependen de Puertos del Estado- que están situadas en otros tantos concejos repartidos por todo el litoral de la región.

Según esas mismas fuentes, los municipios más afectados son -del Occidente al Oriente- Castropol, Tapia de Casariego, El Franco, Coaña, Navia, Cudillero, Luanco, Villaviciosa, Colunga y Llanes. Aunque los que han sufrido los embates del oleaje con más crudeza son los puertos de Cudillero, donde un boquete de 80 metros en el espigón ha dejado expuestas las embarcaciones- y Viavélez, donde también el dique ha sufrido daños graves.

Habrá que esperar, no obstante, a que amaine, ya que, según precisó el Gobierno regional, esta primera evaluación sólo es una aproximación a la situación real, «puesto que aún no se han podido examinar algunas infraestructuras portuarias debido al mal estado de la mar». Era el caso, apuntaban, de los diques de Puerto de Vega y San Esteban de Pravia, a los que no se había podido acceder aún por las adversas condiciones meteorológicas.

El Ejecutivo regional informó, además, de que la cuantificación de los daños se realizará «una vez que concluya en temporal y finalice la relación de destrozos», algo que no está lejos, ya que Meteorología mantiene para hoy la alerta amarilla por fenómenos costeros, pero mañana desaparece.

Tras el temporal de febrero, el Principado identificó daños en 16 puertos autonómicos y cuatro cofradías de pescadores, ubicados en 15 concejos repartidos por todo el territorio regional. El Gobierno asturiano cuantificó entonces en 5,4 millones de euros los destrozos que se produjeron.