Los sidros ponen a bailar a Valdesoto

os sidros estaban ayer, de nuevo, de comedia en Valdesoto. Y pusieron a bailar a los vecinos a ritmo de esquilones y máscaras. Con ritual de sangre animal incluido, el desfile de mascaradas de invierno reunió a 120 participantes autóctonos y foráneos: desde el Colectivu de Cultura Tradicional de Vezos Astures, los Escolinos de Faes y los Sidros y Comedies de Valdesoto, que jugaban en casa, hasta los que venían de Portugal, como Os Caretos de Parada, Alsasua (Navarra) y Alija del Infantado (León).

La séptima edición de las jornadas de mascaradas de España y Portugal había arrancado la víspera en Pola de Siero con 180 participantes. Y Valdesoto no se quedó atrás. El recorrido desde el campo de fútbol a la explanada de la iglesia tuvo sus paradas intermitentes con la petición del aguinaldo en las casas de la localidad donde sus amables residentes abonaban la música y los bailes en especie, con trago de sidra o embutido como contraprestación. Así se hacía más llevadera la empinada cuesta hasta la parroquia donde se exhibían sus cualidades en una muestra de baile. También se recogían donativos en una hucha para Elena, la niña de Valdesoto aquejada por la enfermedad de Sanfilippo.

Tirón popular

Pablo Canal, miembro de 'El Cencerru', reconocía ayer el tirón popular que ha adquirido esta fiesta ineludible en el calendario sierense. El viernes se había desarrollado un acto académico donde se probaron los sonidos de las mascaradas de invierno en el que participaron Mario Correia, Xosé Arribás, la asociación navarra Altsasuko Inateuriak, y se mostraba especialmente agradecido a Ana Fueyo, directora general de Política Lingüística, por el respaldo de su departamento.

El colorido y la fuerza de los sidros arrancaron los aplausos de los más pequeños que están muy implicados en mantener las tradiciones y costumbres. Los sidros anuncian siempre la proximidad de la comedia con el poderoso son de sus cencerros. Y ayer los hicieron sonar y su eco llegaba hasta todos los rincones. Incluso se escapó un Fidel Castro que, con pancarta incluida, avisaba: 'Mirar si tien fama que vino Fidel desde La Habana'.