Borrar
Alicia Sánchez-Camacho y Manuel Pimentel en una imagen de 1999. / Efe
Pimentel era el padre 'secreto' del hijo de Sánchez Camacho
Gente

Pimentel era el padre 'secreto' del hijo de Sánchez Camacho

Una prueba pericial biológica confirmó la identidad del 'donante' siete años después del nacimiento del retoño de la líder popular

FERNANDO MIÑANA

Sábado, 19 de octubre 2013, 19:32

Alicia Sánchez Camacho (Barcelona, 1967) aún conserva la Nancy que tuvo que rogar y suplicar cuando era pequeña. En su hogar, la casa cuartel de Blanes, en Gerona, no sobraba el dinero y Manuela, su madre, administraba con cuidado el sueldo escaso que ganaba Francisco, su padre, un guardia civil que venía del protectorado de Marruecos. Eran cinco hijos y miraban cada peseta.

Aquella Nancy seguirá como reliquia porque su hijo, que ya tiene siete años, seguro que encuentra mejores entretenimientos que jugar con una vieja muñeca. A la Alicia adulta el tiempo se le echó encima y, cuando se dio cuenta, la arena de su reloj biológico comenzaba a agotarse. La política catalana quería ser madre a toda costa y, sin una pareja estable, recurrió a la fecundación in vitro.

La identidad del padre fue un secreto que conservó durante siete años. El Mundo informó ayer de que la persona que fecundó a Sánchez Camacho en la feliz Navidad de 2005 fue el también político Manuel Pimentel (Sevilla, 1961). Ambos provienen de dos núcleos familiares potentes: ella es la menor de cinco hermanos y él, el mayor de 11.

La presidenta del Partido Popular en Cataluña (PPC) siempre mantuvo que el donante era anónimo. Es muy celosa de su intimidad y, además, la ley estaba de su lado porque impide facilitar la identidad del padre salvo que medie una demanda o lo reconozca voluntariamente.

Isidro Niñerola, responsable de la sección de letrados de familia del Colegio de Abogados de Valencia y expresidente de la Asociación Española de Abogados de Familia, recuerda que en un caso como éste, de mutuo acuerdo, «el procedimiento de filiación requiere que uno de los dos presente una demanada contra el otro y precisa de un requisito, presentar un prueba pericial biológica para evitar que se cometa un fraude». La demanda interpuesta de mutuo acuerdo ha permitido inscribir al niño en el Registro Civil como Manuel Pimentel Sánchez.

El vástago nació el 14 de septiembre de 2006, cuando ella tenía 40 años, y desde entonces siempre ha vivido en el hogar materno, en Barcelona. La prueba pericial confirmó que el padre es Manuel Pimentel, exministro de Trabajo en la primera legislatura de Aznar, aunque el flequillo del chaval ya habla por sí mismo. Ninguno de los dos implicados quiso pronunciarse ayer sobre una noticia que resultó sorprendente porque en la mayoría de los círculos desconocían esta relación que aún hoy se mantiene cordial. Aunque solo los más íntimos saben en qué grado ha decidido compartir sus responsabilidades la pareja.

Pimentel va a verlo siempre que puede, aunque su vida, por sus obligaciones laborales, se reparte entre Córdoba y Madrid. Pero llama a diario para hablar con el pequeño Manuel. El andaluz es un caso insólito en la política española: dimitió como ministro en febrero de 2010 después de que se descubriera que Juan Aycart, uno de sus colaboradores, tenía una empresa de formación y cobraba subvenciones millonarias del Inem, y abandonó la cúpula del PP el 23 de marzo de 2003 por su firme oposición a la guerra de Irak que respaldó el Gobierno que dominaba su partido. Después de un nuevo escarceo con la política en Sevilla aseguró, y lo repite cada vez que se lo preguntan, que jamás regresará a este mundo.

Mientras su hijo crecía, Manuel Pimentel, ingeniero agrónomo, abogado y diplomado en Alta Dirección de Empresa, ha tocado los palos más diversos. La literatura ha sido una de sus fijaciones. Como editor y como escritor. Es propietario de Almuzara, una editorial renqueante, y como escritor ha abordado novelas, ensayos y relatos.

Pero no todos son libros para Pimentel, padre también de una hija de 22 años. El hombre que fue ministro, secretario general del PP en Andalucía y secretario de Estado de Empleo, ahora es el presidente de la Asociación Española de Empresas de Consultoría y el propietario de Pimentel Negociadores, la empresa dedicada a mediar en conflictos laborales que creó después de arbitrar el pulso entre los controladores aéreos y Aena.

Hombre polifacético como pocos, también llegó a presidir el consejo regulador de la denominación de origen de los vinos Montilla-Moriles. Porque al antiguo político también le gusta perderse por las viejas tabernas de la Judería de Córdoba y hasta dejar pasar el tiempo en algún chiringuito de la Costa del Sol. Aunque, como buen ingeniero agrónomo, siempre que puede se deja caer por el campo para montar a caballo o disparar la escopeta.

Entre sus aficiones, además de la lectura, se encuentra la arqueología llegó a presentar Arqueomanía, un programa de TVE, un gusto que comparte con Alicia Sánchez Camacho, cinco años más joven, a quien conoció en el Ministerio de Trabajo donde ella era la directora general del Instituto Nacional de Seguridad en el Trabajo.

Alicia Sánchez Camacho parte su vida en dos: su hijo y su trabajo. Y cuando no se pueden separar, los une, como esos días en los que la presidenta del PPC se lleva al niño al mitin del partido. Manuel Pimentel jr. ya reconoce el himno y a Mariano Rajoy. Ella se entrega como cocinera, repostera, niñera... O sea, como madre.

La mujer que marcó un hito en su partido al lograr 18 escaños en el Parlamento de Cataluña se desvive por el niño del que siempre decía que le faltaba un padre, como transmitió en la entrevista que concedió a TVE en 2010. «Tengo una familia monoparental porque la vida me ha llevado hasta aquí, pero espero poder dar un padre a mi hijo». A nadie tampoco le pasaba desapercibida su situación de madre soltera dentro del PP. «Creo en la familia tradicional, aunque le digo con cierto sentimiento de culpabilidad, porque para mí es duro sacar adelante a mi hijo sin un padre». La figura paterna le ha llegado con 7 años, cuatro menos que los que tenía su madre cuando, entre tomos de Asterix y Las torres de Malory, se leyó enterita la flamante Constitución del 78.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Pimentel era el padre 'secreto' del hijo de Sánchez Camacho