
ELCOMERCIO.es
Martes, 16 de julio 2013, 15:15
El museo de Barcos del Mar, en Georgia, EEUU, no permitió entrar a una niña porque su silla de ruedas "podría ensuciar la moqueta". Sus padres no daban crédito.
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El museo llegó a sugerirles dejarla sola viendo un vídeo mientras los padres entraban a la muestra. La institución se ha disculpado y ha culpado a uno de los miembros del personal que no entendió correctamente el protocolo con las personas en silla de ruedas.
El padre de Lexi explicó que llegó a pensar que sería dificil para su hija llegar al museo, ya que está localizado en un edificio histórico, por lo que su acceso podría suponerle algunos problemas, pero que la razón que les dieron "no tenía ningún sentido".
La silla en cuestión era prácticamente nueva, de hecho su padre explicó que sus zapatos no estaban más limpios que la silla.
"Derían enseñar a sus trabajadores, de verdad lo necesitan. Es un error muy significativo" comentó la madre. Pese a esto, la familia ha decidido aceptar la disculpa del museo y olvidar lo sucedido.
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