Un astillero que también construyó la Escalerona, la tribuna de El Molinón y las farolas de Gijón

E. A. Juliana nació hace 109 años con el nombre de La Constructora Gijonesa, S. A. y en un principio hizo de todo menos construir buques. Fabricó desde piedra artificial hasta mosaicos, mármoles y ladrillos. La empresa ya estaba ubicada en la parcela que ocupa en la actualidad, en pleno barrio de El Natahoyo, a orillas del mar. Según se explica en la edición del libro conmemorativo de sus cien años, «era una fábrica con vocación polivalente» en la que se construían desde aparatos sanitarios hasta depósitos, construcciones metálicas, material para ferrocarriles, panteones, rejería y tuberías de cemento.

La construcción naval de Juliana se inició en 1911. Durante ese año, en la grada de La Constructora nació su primer buque, el 'Antonio López'. Tenía 80 toneladas de carga y una figura estilizada con casco de acero. Fue botado el 2 de marzo de 1912.

La positiva experiencia del 'Antonio López' marcó el destino de Juliana. A aquel buque le sucedieron en pocos meses la construcción del 'Josetín' y el Antonietu', dos barcos gemelos de 130 toneladas de carga. Más tarde el 'Asunción' y le siguió el 'Príncipe de Asturias', de 500 toneladas, que fue construido en 1916. Inmediatamente después se procedió a la construcción de 'El Salvador', buque mixto de carga y pasaje, el primero de mil toneladas que nacía en la bahía de Gijón.

En 1925 la empresa tomó un nuevo giro para convertirse en Juliana Constructora Gijonesa. S. A. La nueva empresa nació con un capital inicial de cien mil pesetas que pronto se ampliaría hasta el medio millón y Domingo Juliana mantuvo el sello empresarial de la diversidad que tan buenos resultados le había dado e incluyó en su cartera de negocios servicios de agencia de aduanas y seguros. En ese momento se produjo una gran actividad industrial en la ciudad y Juliana construyó desde la cubierta metálica para la grada principal del campo de El Molinón, hasta la Escalerona del Muro de San Lorenzo, a la vez que fundió en metal las famosas farolas gijonesas, que hace unos años fueron recuperadas por el Ayuntamiento, o realizó la estructura de la torre de la Universidad Laboral.

En plena postguerra, Juliana consolidó su especialización naval para la construcción y reparación de buques pesqueros y costeros. Entre los años 1957 y 1999 de Juliana salieron 165 buques. Esa época es gran actividad y durante un solo año, 1968 , fueron construidos un total de 14 barcos. Los años 50 fueron trascendentales por la cartera de pedidos y porque se certificó la venta a la Compañía Euskalduna por un precio total de 12 millones de pesetas. En 1969 Juliana participó en una fusión empresarial a gran escala que dio lugar a la creación de Astilleros Españoles, S. A., en la órbita del Instituto Nacional de Industria. Es la época pública de la empresa que finalizó con la privatización y la venta de la misma a la compañía gallega Vulcano, en 2006.