El diañu burlón, tras el airón de les castañes en la mitología

Uno de los socios del airón de les castañes es el diañu burlón. Al personaje mitológico le gusta bromear con el viento y, según cuenta la leyenda, es en estos días cuando sale de su escondite y causa enormes revuelos con la hojarasca y los castaños. Como consecuencia, la gente de los pueblos aprovechaba para salir a castañes y también para recoger las ramas y emplearlas como leña, pero cuando se llegaba al bosque, en realidad, todo estaba en su sitio. El diañu se la había vuelto a jugar.

El etnógrafo y experto en mitología, Alberto Álvarez Peña, asegura que este mito «se encuentra por igual en el oriente y en el occidente; en toda la geografía asturiana. El diañu, que es muy bromista, hacía restallar las ramas y soplar el aire y los aldeanos pensaban que se iban a encontrar les caleyes llenas de castañes y leña, pero no había nada de nada».

También, extendida por toda Asturias, encontramos la pésima fama de estos vientos del suroeste que al superar la cordillera cantábrica se recalientan y se vuelven secos dejando tras de sí un ambiente más acartonado de lo habitual y un cielo cubierto de nubes. «Sí es verdad que cuando levanta este viento se ve afectado el humor de las personas y muchas optan por quitarse del medio hasta el punto de que suben los suicidios. Es un fenómeno que está ahí, como está el veranín de San Martín, pero no creo que esté en el origen de que una persona se quite la vida», comenta Álvarez Peña.

Más bien cree que «son los días grises y más cortos los que afectan al comportamiento de los paisanos. No pueden tener igual carácter una persona del norte y una de las Antillas. Que el clima imprime un carácter, eso parece indiscutible».