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AINHOA PALACIO
Lunes, 21 de abril 2014, 19:28
Una poesía «intimista, creada en el silencio de la noche y que habla de los hilos que manejan el alma» ha sido la ganadora del XI Certamen de Poesía Luna Azul de Cabañas de Ebro, en Zaragoza. Lleva por título 'Nocturno de sonidos', y la firma del avilesino Agustín Alonso Biscayar, que casi puede ir acostumbrándose a recibir premios y menciones en los distintos concursos a los que se ha presentado con sus poemas, que poco a poco se están haciendo un hueco en el panorama literario actual.
A este concurso, que organiza el grupo de Teatro Luna Azul, se habían presentado un total de 326 poemas de autores españoles y también de América Latina, aunque también había participantes de Francia. El sábado será la ceremonia de entrega de los premios en Zaragoza, y posteriormente se celebrará una cena literaria con los diferentes participantes. El avilesino ya ha confirmado su asistencia, algo que no pasa de anecdótico si no fuese porque ninguno de los tres ganadores del año pasado pudieron acudir a recoger su reconocimiento.
Los organizadores de este certamen siempre han tenido claro, desde su creación, que «el objetivo es dar la oportunidad de mostrar su labor a todas aquellas personas que escriben pequeñas poesías, de 15 versos como máximo, que normalmente se ven excluidas de los concursos de esta disciplina». Para participar, cada autor podía presentar hasta un máximo de tres poesías, inéditas y que no hubiesen sido premiadas en otro certamen -algo que suelen requerir en todos los concursos-, y Alonso Biscayar no quiso quedarse atrás.
Para el poeta «fue toda una sorpresa resultar ganador, por el volumen de participantes y, de hecho, estaba bastante sorprendido cuando se pusieron en contacto conmigo». El premio consiste en un diploma y una aportación económica de 200 euros. «En esta disciplina no suelen estar dotados ampliamente, pero el reconocimiento es igual de válido, y más tratándose de la undécima edición de un concurso ya consolidado dentro del panorama nacional», reflexiona el autor.
Al igual que en otros certámenes, se editará un pequeño libro con las poesías que han resultado ganadoras, y en este caso se confeccionará con los diez primeros poemas. «Es una oportunidad muy buena para poner en valor las obras de los diferentes autores, porque normalmente es difícil publicar un libro, resulta muy complicado», explica Alonso Biscayar.
Es cierto que cada concurso es un mundo, pero la selección de obras suele ser similar. «Algunos tienen su propia temática y te tienes que ajustar a eso que piden, otros limitan el número de versos, y en función de las características de la convocatoria envías un material u otro». Aquellos que limitan la temática son «quizá más costosos», pero el avilesino lo intenta igual.
El último reconocimiento lo había obtenido en el V Día Internacional de la Poesía de Segovia, donde uno de sus poemas resultó finalista, y aparece en el libro que se ha editado con los 22 autores que se clasificaron para la final. «Este poema se salía de la temática habitual que manejo, era algo distinto y las palabras utilizadas tenían más fuerzas», hablando, como si de una batalla se tratase, de la relación de amor entre dos personas. «Al tener ese lenguaje bélico, se ve que tiene esa fuerza que le dan las palabras».
La relación de sus obras con los premios se mantiene desde hace años. En 2008 quedó finalista en un concurso y consiguió el primer premio en otro, en 2009 fue reconocido en un concurso de Ibiza y «desde entonces también he recibido alguno de carácter local», como el que le entregó la Asociación Cultural La Corredoria, en Oviedo. El año pasado también participó en un concurso convocado por la CECA (Fundación de las Cajas de Ahorros)..
«Una pausa en el trabajo»
Alonso Biscayar siempre ha enfocado su afición por la poesía como «una pasión que sirve de pausa al trabajo», ahora como subdirector de la oficina principal de Cajastur, en Camposagrado. «Fue algo que siempre me gustó, pero que no tenía mucho tiempo para tomarlo demasiado en serio», asegura, pero también con la convicción de que «todo el mundo tiene algo que escribir».
Siempre que puede aprovecha para presentarse a distintos concursos literarios en España y Latinoamérica, «envié poemas a Argentina y a México», un país cuya literatura sigue en alza. «Me he presentado hasta a cosas que se convocaban en Noruega», porque por probar, que no quede.
A la hora de seleccionar las obras con las que va a participar en los diferentes certámenes, tiene en cuenta que «la poesía es algo muy íntimo, muy particular, pero trato de enviar siempre lo que me solicitan». Eso sí, teniendo en cuenta que «en algunas ocasiones sí se nota que queda parte del sentimiento». Él, por su parte está «igual de satisfecho con los que son premiados que los que no lo son».
Ahora tiene en marcha dos antologías, que espera que vean la luz en los próximos años. La primera, en la que incluirá este poema que ha ganado en Zaragoza, se titulará 'Palabras que adornaban los silencios», el segundo va a titularse 'Manual de engaños y esperanzas». Pero aún habrá que esperar.
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