Una temporada que pasará a la historia

Un sexto puesto en Superliga Femenina 2, victoria frente al Grupo Covadonga, disputa de la Superliga junior, consecución de los campeonatos de Asturias cadete y juvenil, llenar Los Canapés. Han sido muchos y diversos los éxitos que ha alcanzado La Curtidora esta temporada, todos ellos con un grado de importancia muy alto.

La gestión de Gerardo Suárez al frente del club, y de Javier Díaz y David Sánchez en la parcela deportiva, ha dado sus frutos y los resultados hablan por sí solos. De ser un club de barrio, que, evidentemente, lo sigue siendo y jamás se debe apartar de sus raíces, La Curtidora ha pasado a convertirse en una entidad de voleibol femenino reconocida a nivel nacional, y esa visibilidad era otro de los aspectos que se pretendía mejorar desde dentro del club.

Pese a las bajas de Miriam Diéguez, Cristina Lloréns, Ayelén, Tamara Serrano, Bea Montejo, Tere Álvarez y el técnico Gustavo Aramendi; La Curtidora no se descompuso y antes de que comenzase la temporada llegaron David Sánchez, todo un internacional; Carlota, que regresaba a la práctica del voleibol, las americanas Sundai Weston y Vanessa Murray, que dieron un salto de calidad; y Cristina Imargues, que puso la guinda a un pastel también compuesto por ingredientes de la casa como las Claudia, Celia o Gloria, pura savia nueva.

Por primera vez en su historia, La Curtidora estuvo situada cerca de los puestos que dan acceso a la Copa Princesa, algo impensable hace apenas dos años, cuando el club no conseguía siquiera los recursos para abandonar la Primera Nacional pese a ganárselo sobre la cancha. La victoria contra el Grupo Covadonga, la segunda en categoría senior, con Los Canapés a reventar, también fue un buen indicador de que las cosas se estaban haciendo bien. Pero es que, además, las categorías inferiores no se quedaron atrás, con sendos campeonatos de Asturias de los equipos cadete y juvenil; y éste último equipo pudo enfrentarse a los mejores conjuntos de España en la Superliga junior. Tampoco debemos olvidarnos del filial senior, que luchó por el título regional, pese a las bajas, contra el Cafetería Los Campos y el Grupo Covadonga B.

La mejora de la imagen del club también reportó beneficios en materia de patrocinios, así como también más seguidores en las redes sociales. Como reconoce el actual presidente, hace un año el club tuvo que picar muchas puertas para conseguir jugadoras, mientras que este año están siendo las jugadoras las que se están ofreciendo para jugar en La Curtidora. Un indicador bastante objetivo.

Todavía no se sabe a ciencia cierta lo que ocurrirá la próxima campaña, ni tampoco si las americanas podrán continuar en el club, cada una por diversos motivos; pero lo que está claro es que todos los miembros que han formado parte del club avilesino esta temporada pasarán a la historia. Nunca antes La Curtidora había picado tan alto y la gestión de Gerardo Suárez ha demostrado que cuando se quiere y se trabaja con dedicación, algo complicado se puede convertir en más asequible.

La transparencia en la toma de decisiones y la sintonía existente entre presidente, director deportivo y entrenador han sido también algunas de las claves del crecimiento de la familia de La Curtidora.