

Secciones
Servicios
Destacamos
J. F. GALÁN
Sábado, 29 de marzo 2014, 03:45
Bisiesto y olímpico, 1908 fue el año en que salió a la venta el Ford T, el modelo que popularizó el automóvil. También fue el año en que un meteorito arrasó una amplia zona de Siberia y en el que nació Aurelia Fernández Solís, la abuela de Avilés y posiblemente también de Asturias. Ayer celebró su 106 cumpleaños. Lo hizo en casa, en Villalegre, al calor de la familia y por todo lo alto. Allí estaban su sobrino, José Luis García, su mujer, Laura Muñiz, y Florentina García, hermana de Aurelia y otro ejemplo de longevidad. A sus 97 años también presume de edad, y vista la salud que disfruta tampoco es para menos. Todos echaron en falta a Marina, la hermana mediana, fallecida hace dos años con los 100 ya cumplidos.
«Estoy mejor que hace un año», dijo Aurelia, como si tal cosa. No faltó la tarta de chocolate y coronada con tres velas que componían el número 106. Antes de meterse con ella, Aurelia degustó una generosa ración de fabas con centollo, su plato preferido. «Lo pidió ella, y siempre procuramos darle lo que pide, pero sin excesos», señaló su sobrino José Luis, un hostelero avilesino más conocido por su apodo, 'Tote'.
Aurelia y Florentina viven solas. Se valen mútuamente, con la ayuda de la familia y del servicio de asistencia a domicilio. Es una pequeña vivienda unifamiliar situada junto a la iglesia, no muy lejos del lugar donde mucho tiempo atrás existía una fábrica de camisas en la que Aurelia trabajó durante años.
A los 74 enviudó de Benigno López y hace seis sufrió la pérdida de su único hijo, José Manuel, que le dio dos nietos. Fue entonces, al quedarse sola en el domicilio conyugal, cuando abandonó Trasona para instalarse junto a su hermana en su Villalegre natal.
Aurelia ha perdido vista y oído, pero conserva la cabeza, la memoria, la lengua y las ganas de vivir. «Me gusta ver la televisión, sobre todo los programas de los famosos y los informativos. Antes leía los periódicos, pero ahora solo veo las letras grandes», dice con cierto pesar. De lo que no suelta prenda es del secreto de su longevidad. «Es cosa de Dios», esquiva, aunque en su caso la genética también tiene mucho que ver. Además de tener una hermana de 97 años y otra, ya difunta, que llegó a los 100, la mayoría de sus tías alcanzaron los noventa años.
Veintiún centenarias
Y no son muchos los que pueden presumir de tal condición. Con un censo de 82.568 habitantes, tan solo 670 avilesinos tienen entre 90 y 94 años, según recoge el Instituto Nacional de Estadística a fecha de 1 de enero de 2013. Y de esos 670 privilegiados nada menos que 486 son mujeres. Hombres, 184.
El siguiente intervalo va de 95 a 99 años. Aquí la cifra se reduce a 142 personas, 125 mujeres y 17 hombres. Con más de 100 solo hay 22, y el dominio femenino es abrumador, 21 a 1. Con todo, las cifras demuestran que cada vez se vive más. A 1 de enero de 2012 había en Avilés catorce avilesinas centenarias, todas mujeres. Entre ellas estaba Concepción Menéndez Muñiz, Concha, ovetense afincada en Llaranes fallecida hace ahora un año a la edad de 108 años.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mastodonte de Las Contiendas y las diferencias con un mamut
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.