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ALEJANDRO FUENTE
Miércoles, 29 de enero 2014, 03:36
La consejera de Educación y Cultura fue clara y contundente: «Creo que las huidas hacia delante son complicadas». Así denomina Ana González el recurso que ha decidido presentar el Ayuntamiento de Mieres para obligar al Principado a implantar el grado medio en el conservatorio comarcal. Dijo que, por supuesto, respetaba «de forma absoluta» las discrepancias que pueden surgir entre administraciones sobre las posturas que defienden; pero quiso hacer varias puntualizaciones al respecto. «Entendemos que el centro no cumple con los requisitos para optar al grado profesional». Pero hay más; la responsable regional reveló «que cuando el alcalde -Aníbal Vázquez- me habla de la posibilidad de pedir el grado profesional para el conservatorio también me dice que no tiene dinero para mantener el elemental». Por eso, continuaba, «en un momento económicamente difícil creo que lo que hay que hacer es preservar lo que tenemos de la mejor manera posible», añadió.
La titular de Educación hizo estas declaraciones, precisamente, anoche en el propio concejo, antes de participar en el homenaje a quien fue el director del Colegio Lastra, Víctor Álvarez Busto, organizado por el Consejo Escolar del Principado de Asturias.
El plazo para presentar el recurso ante el Contencioso vencía ayer. La plataforma en defensa de la Casa de la Música anunció que se seguirá con las movilizaciones. El director del centro, Roberto Serrano, señaló que las manifestaciones también están enfocadas a frenar los recortes municipal que creen puede haber debido a la mala situación económica del Ayuntamiento.
La Casa de la Música cuenta con medio millar de alumnos de toda la comarca del Caudal. «Estamos seguros de que tanto la escuela como el conservatorio son viables», afirmaba Serrano. La denominada 'marea naranja' -por las camisetas de ese color que está repartiendo la plataforma- se concentró el domingo en el entorno de la plaza de abastos y anuncian movilizaciones más sonoras sacando a los alumnos a la calle «para sensibilizar a los vecinos del problema que hay sobre el centro». Creen que la implantación del grado medio supondrá un balón de oxigeno ya que se tendrá que aumentar la subvención regional para su mantenimiento. En la actualidad, el centro le cuesta al Consistorio medio millón de euros al año.
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