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LAURA FONSECA
Domingo, 26 de enero 2014, 10:04
Manuel Matallanas, médico radioterapeuta del Hospital Central de Asturias y exdirector provincial del Insalud, se enfrenta estos meses a su prueba de fuego: el traslado al nuevo HUCA. Desde hace un año, dirige la Oficina para la Gestión del Cambio que se encarga, entre otras cosas, del complejísimo proceso para mudar el viejo complejo de El Cristo a su nueva sede, en La Cadellada, en Oviedo. En esta entrevista, Matallanas, que hace más de una década participó en la redacción del Plan Funcional del HUCA, detalla cómo será el proceso y se pronuncia sobre varios aspectos polémicos del proyecto.
-El nuevo HUCA abrió el pasado martes, ¿por fin, no?
-Sí, por fin. Era necesario abrirlo por muchísimas razones, pero sobre todo por cumplir por primera y única vez con la fecha comprometida, que era la del 21 de enero de 2014.
-¿Lo dice por las muchas fechas que se barajaron estos años atrás?
-En parte, sí. Del nuevo hospital se dijo que abriría ya en 2010, luego en 2011, 2012... Todo ese baile hizo mucho daño porque se creó la sensación de que no empezaría nunca.
-Bueno, de hecho se inauguró cuatro veces, además de un acto de presentación de los accesos, por cierto, ahora inconclusos.
-No estuve en ninguno de esos actos porque a mí, personalmente, no me gusta inaugurar un hospital sin pacientes. Prefiero hacerlo cuando lleva tiempo funcionando.
-¿Por qué se arrancó por radioterapia oncológica?
-Disponíamos de los equipos desde hacía tiempo y además es un servicio que te permite empezar y luego ir incorporando el resto del hospital.
-A partir de ahora, ¿qué queda?
-Uf, casi todo. Tenemos que seguir con el traslado de radioterapia y radiodiagnóstico y de los equipos. En marzo entraremos en el segundo hito que es arrancar en vacío el hospital.
-¿Qué significa arrancar en vacío?
-Supone poner en marcha toda la alta tecnología, la climatización y resto de equipos del hospital para ensayar, sin pacientes, todas las circunstancias que se puedan dar.
-¿Cuándo finalizará el traslado?
-Confío en que el 1 de junio nos podamos ir todos de vacaciones.
-¿El 1 de junio? ¿Hasta ahora se había hablado del 30 de junio?
-Tenemos que intentar que sea el 1 de junio porque a partir de ese mes empiezan las vacaciones y tendremos al 20% del personal fuera. En medio de todo esto habrá que desboblar la plantilla durante unas semanas y empezar la formación para trabajar en los nuevos sistemas.
-¿Seguro que el HUCA será un hospital sin papeles? Porque ahora mismo el sistema informático no está operativo en La Cadellada, ¿no?
-El HUCA está concebido para ser un centro sin papeles y no podría funcionar de otra manera. Es más, será el primer hospital grande de Europa en el que no solo las historias clínicas serán digitales sino que dispondrá de una importante plataforma digital.
-Previamente al traslado, el viejo Hospital Central se 'enfriará' para bajar de 900 a 150 pacientes ingresados, ¿cómo se hará eso?
-Ralentizando la actividad programada, derivando pacientes a otros hospitales y promoviendo los tratamientos ambulatorios.
-¿Y eso no hará que aumente la lista de espera?
-Hombre, que duda cabe de que el proceso de traslado hará que en algo aumente la demora asistencial y las listas de espera, pero es un buen precio a pagar porque acabaremos en un hospital mucho mejor.
-¿Por qué hay que desdoblar la plantilla?
-Porque alguien tiene que estar en La Cadellada recepcionando los equipos que se trasladen del viejo, que no serán muchos pero sí más de los previstos inicialmente. La clave en el éxito de la mudanza es que el personal participe en el proceso y se haga responsable de una parte del traslado.
-¿Eso cuándo será?
-Eso ocurrirá tres o cuatro semanas antes de bajar todos. Si la fecha para trasladar lo último es el 15 o el 30 de mayo, hay que contar hacia atrás tres o cuatro semanas.
-¿Mayo es buena fecha para bajar actividad? ¿No sería mejor el verano?
-No, porque abril y mayo son los meses en que los ingresos por urgencias bajan del 50%. Luego, en junio y julio la actividad cae como consecuencia del verano y las vacaciones, y después nos queda el último cuatrimestre para recuperarnos.
-¿Qué tal estos primeros días en La Cadellada?
-Muy bien, la verdad.
-¿Cuántos pacientes han pasado ya?
-Pues en torno a una treintena.
-Ya se ha llegado hasta aquí, pero en el camino hubo sobrecostes, retrasos en la construcción del HUCA e inauguraciones virtuales, ¿no cree que se podría haber hecho mejor?
-Sin duda, siempre se puede hacer mejor. Se han cometido muchos errores y el más importante en mi opinión fue iniciar el proceso como para abrir el hospital y luego frenarlo. También creo que no se debería haber disuelto el grupo que se creó en su día para trabajar en el plan funcional, cuyo objetivo era modificar el viejo hospital para adaptarse al nuevo. De todas formas, pese a las críticas recibidas, será un gran hospital y conforme vayamos abriéndolo, muchas voces críticas se callarán
-En estos años el proyecto fue perdiendo cosas. Iba a tener Facultad de Medicina, guardería, museo...
-Eso daría para otro debate, pero zona universitaria sí que tiene.
-Ya, pero no es el campus de ciencias de la salud del que se habló.
-No hay que ser maximalista. Hay muchas facultades en el mundo que funcionan así En Madrid sin ir más lejos los de la Autónoma tienen que ir al Hospital de La Paz, que está bastante lejos. En el nuevo HUCA estarán todos los grados clínicos.
-Introdujo alguna modificación desde la Oficina para la Gestión del Cambio que dirige desde hace un año.
-Revisamos los contratos que quedaban pendientes e incorporamos algunos ajustes.
-¿Cómo cuáles?
-Vimos que había más equipos del viejo hospital que se podían aprovechar y licitaciones que se podían modificar. Eso hizo que, junto con la bajada en las ofertas concursales, obtuviéramos un remanente de dinero.
-¿A qué se destina ese sobrante?
-A muchas cosas de última hora.
-¿Como las obras de reforma para albergar el área administrativa y que costarán 471.000 euros?
-Por ejemplo.
-¿No se podrían haber imputado esos cambios al proyecto inicial y que cargara con ellos la UTE?
-Hay que recordar que la relación entre la UTE y el Principado acabó muy mal. Y luego, si se hubiese intentado un modificado, nos habría salido a millón de euros el metro cuadrado.
-¿Y el resto de cosas que iba a tener, que pasó con ellas?
-¿A qué se refiere?
-Pues al museo, las pistas deportivas, el hotel de pacientes...
-A mí me chirriaron más otras cosas cuando llegué, como aquellos brazos con televisión que se iban a instalar en los cabeceros de las camas.
-¿Qué pasó con ellos?
-Que estuvimos investigando cómo se usaban y nos parecieron poco prácticos e inseguros para guardar la información del paciente. Tampoco habrá Ipads para pasar consulta porque es un elemento caro, que suele 'desaparecer' con más frecuencia de la deseada. Optamos por carros con portátiles.
-Otro debate fue el tamaño de las habitaciones, ya que inicialmente muchas iban a ser de uso individual y ahora serán de dos camas, ¿han quedado pequeñas?
-Sinceramente, si las habitaciones hubieran sido un poco más grandes habría sido mejor para todos, pero cuando llegamos eso ya no tenía corrección posible salvo que perdiéramos volumen de habitaciones. De todas formas, el 50% de las mismas son individuales.
-Serán de uso individual, pero están como dobles, ¿no?
-Sí, pero porque ahora se han metido dos camas, pero la previsión es que la mitad sea individual.
-Con el actual volumen de ingresos que supera los 900 enfermos, ¿no ve complicado poder mantener la mitad de habitaciones individuales?
-Es verdad que hay más camas en habitación doble que en individual, pero la sumatoria del hospital nos arroja que la mitad de las habitaciones son de una plaza. Sobre todo en pediatría, obstetricia y oncología.
-¿Cuántos hospitalizados podrá albergar La Cadellada?
-En torno a 900.
-Son menos que ahora. ¿No cree que el próximo invierno estaremos diciendo que el nuevo HUCA se quedó pequeño?
-Espero que no.
-No me ha respondido si las habitaciones son pequeñas.
-No tengo intención de rehuir esa pregunta. El hospital se ha diseñado para que la movilidad del enfermo hospitalizado sea la mínima posible en camas.
-¿Lo que me está diciendo es que los enfermos ingresados no deberían ser sacados de la habitación en su cama, que es donde se centran las dificultades de espacio? ¿Entonces, cómo saldrán?
-Hay camillas de transporte de 80 centímetros de ancho y que fueron adquiridas para ese fin.
-Pero lo habitual, cuando un paciente está muy mal, es que lo saquen de la habitación en su cama.
-Sí, pero lo que digo es que es una práctica abusiva y que el HUCA fue diseñado para otra forma de trabajo. Eso fue lo que provocó que algunas puertas luego resultaran pequeñas, ya que habían sido diseñadas para camillas de transporte no para que pasaran camas.
-¿Y en la UCI, qué pasó? Porque hubo que rehacerla casi entera...
-No es por poner una excusa, pero es algo que ocurrió en la mayor parte de los nuevos hospitales.
-Hombre, razón de más para que no hubiese pasado.
-Ya, pero pasó y ¿qué habría que haber hecho, dejarlo mal? En mi opinión fue mucho mejor corregirlo, aunque había quien no quería por miedo a la polémica que esto podría generar. Yo prefiero aguantar las críticas y dejarlo bien.
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