Depuradoras que no depuran

Casi a la mitad de la segunda década del siglo XXI, Oviedo vierte sin tratar parte de sus aguas residuales a tres ríos distintos: Rivero, Nalón y Nora. Un asunto sucio que debería llevar años arreglado y cuya solución solo empezará a verse a de este año, cuando, con una década de retraso, empiecen las obras de ampliación de las depuradoras de San Claudio, primero, y Villaperi, después. Y casi, ni eso. Las dos obras dependían en un 80% de los fondos europeos que gestiona el Ministerio de Medio Ambiente, que, además, ofrecía adelantar otro 10% a devolver por el Principado vía canon de saneamiento. Los desencuentros se sucedieron. El Ayuntamiento mostró su preocupación al Ejecutivo regional y, aún con reticencias, la Consejería de Fomento accedió a firmar los convenios con el plazo justo para que los trabajos puedan entrar en los fondos comunitarios.