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MARÍA LASTRA
Lunes, 13 de enero 2014, 09:58
Doctora de Urgencias en el centro de salud La Lila, Olga Rico Cadavid, amante de la lectura y de las letras, comenzó a aprovechar hace años sus tardes libres para dedicarse a la escritura. Su primera novela 'Los disfraces de la traición', fue un éxito entre compañeros de profesión y amigos, así que decidió continuar su vocación y seguir creando historias. Con su segundo libro, 'Cuando el pasado despierta', ha decidido llamar a las puertas de las editoriales y publicarlo. Asegura que «ha sido toda una sorpresa».
-¿Cómo es eso de compaginar medicina y literatura?
-Siempre escribí cosas, pero en serio empecé no hace mucho. Trabajo por las noches, así que después de comer me tomo un café y me pongo a escribir. Medicina y literatura son las dos pasiones de mi vida.
-¿Y cómo se abre una hueco entre las editoriales siendo doctora?
-Es muy difícil. Me hablaron de Círculo Rojo y la verdad que han hecho un buen trabajo. Pero es complicado si no te conocen, prefieren gente con un nombre para ir sobre seguro y vender.
-¿Cree que la lectura puede ser curativa?
-Totalmente curativa en el sentido psicológico. La gente más deprimida viaja con la lectura a otro mundo; te regala momentos con los que te encuentras bien. Hay mucha gente que dice que no le gusta leer y yo cree que es porque no encontró una lectura que realmente le satisfaga.
-La medicina está muy presente en sus páginas, ¿se basa en hechos reales?
-La protagonista es una enfermera de Urgencias, pero no tiene nada que ver con hechos reales. Simplemente escribo sobre aquello que conozco.
-También deja espacio en su obra para el amor.
-Es el hilo de mis novelas. Soy una gran romántica.
-¿Y cuál sería entonces el género?
-Mis amigas tan pronto me comparan con Agatha Christie o Danielle Steel. Es una historia a medio camino entre la novela negra y de amor. El misterio se mantiene hasta el final y eso creo que es lo que hace que la gente tenga ganas de seguir leyendo.
-¿Cómo surgió esta afición?
-Siempre he hecho relatos cortos y cuentos y poco a poco los personajes me fueron pidiendo más. El primer libro tiene 250 páginas y este llega a las 400.
-¿Son las Urgencias de un centro de salud un buen lugar de inspiración?
-Realmente sí, un muy buen lugar de inspiración. Por desgracia allí uno observa muchas circunstancias de la vida muy duras. Hay casos difíciles de asimilar, pero también es un trabajo muy gratificante. Hay muy buenas historias.
-Cambiando de tema... Algunos barrios como Ventanielles reclaman recuperar las Urgencias, ¿qué opinión le merece?
-Cada vez hay menos recursos y es lógico que no se puedan mantener todas las urgencias, pero entiendo las peticiones de la gente.
-¿Cómo funciona La Lila?
-Bien. Hemos estado un poco sobrepasados estas navidades, pero es algo habitual durante estas fechas. Hay un muy buen equipo desde médicos, enfermeras, celadores o gente de seguridad. Nosotros intentamos hacer lo mejor posible nuestro trabajo.
-Pero las colas son habituales.
-Eso es inevitable. A veces hay mucha gente que va allí y es nuestro trabajo ver quién merece ser atendido primero.
-Algunos pacientes hablan de falta de trabajadores.
-Siempre se agradecen más personas para trabajar, pero supongo que los recursos son los que son. Tienen que gestionar las cosas con cabeza, y esa no es una tarea que me corresponda.
-Volviendo a la literatura, ¿para cuándo una próxima novela?
-No me planteo metas. Seguiré escribiendo, eso fijo, y la intención es que si esta va bien publicar otra, pero no hay nada fijo. De momento, 'Cuando el pasado despierta' está en librerías de Oviedo, Gijón, Vegadeo y Galicia, de donde soy. Está funcionando muy bien. Los libreros me han dicho que ha sido la sorpresa de estas navidades.
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