Una carrera más luchando contra la ELA

Siempre con una sonrisa en la cara, activo en todos los retos que inicia y tratando de luchar con una fuerza que no sabemos que tenemos hasta que la necesitamos. Así es Fernando Leira, un avilesino enfermo de ELA -esclerosis lateral amiotrófica-, una enfermedad que 'sólo' afecta a 70 asturianos y que a él le ha impedido seguir haciendo lo que más le gustaba: correr populares y darles importancia a través de su página web.

No podrá correr la San Silvestre, pero por él y por la ELA lo harán muchos atletas en toda España. Correrán con uno de sus dorsales preferidos: el '32' de la XI Oviedo-Gijón. Es una de las carreras que mejor sabor de boca le dejó, una prueba ya desaparecida. Es el mejor homenaje que le pueden hacer y una forma de dar a conocer una de esas enfermedades raras. Fernando Leira Almagro ha pasado a difundir todo lo relacionado con el atletismo a todo tipo de enfermedades raras y se sincera: «Cuando me meto en algo, voy hasta el final, quiero dar a conocer lo que es la ELA».

Es, ni más ni menos, que una enfermedad que va paralizando partes del cuerpo y cuyo avance depende del trabajo que se haga para ralentizarla, pero para la que por el momento no hay cura. Y por eso, por él y para dar a conocer la ELA, en casi todas las comunidades autónomas habrá ese dorsal '32' de la XI Oviedo-Gijón. Una iniciativa por la que Fernando realizará una carrera más. No será él, pero sí mucha gente que se ha unido a una iniciativa que comenzó Óliver Gallego en Vitoria y que ha conseguido que hasta el campeón del mundo de maratón Martín Fiz porte ese dorsal en la última carrera del año 2013.

En las tres grandes carreras de Asturias habrá representación de esta iniciativa. Alba García ha sido la última en unirse y la probable ganadora en Avilés tiene el dosal desde el pasado viernes, mientras que un poco antes les llegó a Pablo García, José Ángel García, Francisco Somoano y Marcos Peón, que se trasladaron hasta Avilés para recogerlo.

Alba García (Bikila) siempre está dispuesta a colaborar y a ayudar al atletismo; la llamada de Fernando Leira no la hizo dudar. «Le hice la primera entrevista, para carreraspopulares.com hace diez años», reconoce él mientras ella rememora en la sede del Avilés Atletismo.

El resto de los que correrán en Asturias también han tenido relación con Fernando Leira en algún momento de su vida. El avilesino era conserje en la Universidad de Oviedo, donde conoció a Pablo García, un becario que acababa de entrar y «al que ayudó mucho», reconoce el ovetense, que también muestra su temor por no hacerlo bien. «Corren Alba y Peón, voy a ser el peor de todos», bromea.

Aunque parece que no habrá una undécima victoria de Marcos Peón en Gijón, donde la organización le ha reservado el dorsal '32' una vez que el atleta del Universidad de Oviedo les comentó la iniciativa. «Salgo de una lesión y no voy a poder ganar. Parece que como ganaste tantas que ya es algo lógico, pero es complicado», reconoce Marcos Peón, que tampoco «lo voy a hacer mal, pero cuando me escribió Fernando fue justo mi primer entrenamiento y no llego en forma», explica mientras no pierde de vista a su hija Eire que también quiere un dorsal.

Y otra niña, en este caso Aitana, hija de José Ángel García -conoció a Fernando Leira en unas oposiciones al juzgado hace ya unos cuantos años- también participa en la iniciativa y participó en la carrera de Nochebuena, como hará su padre en Llanes. «Yo no voy a ganar», reconoce, pero lo importante «es dar a conocer esta enfermedad». Habla con conocimiento de causa. Arturo, su mejor amigo, la sufre y a él le ha servido para «relativizar todo un poco más. Al final lo importante sabemos todos lo que es. Me llama la atención su vitalidad y las ganas con las que afronta las cosas». Es un enfermo más de una ELA que se llevó por delante a un amigo de Francismo Somoano cuando éste se encontraba corriendo una prueba y desde entonces lo hace con «la indumentaria de la lucha contra la ELA».

Ellos correrán. Con ellos viajará el espíritu de Fernando Leira en ese dorsal con el que quieren que la ELA se conozca un poco más. Si la investigación avanza o aparecen curas para una de esas 'enfermedades raras' sería mejor premio que cualquier triunfo.