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Operarios dando los últimos remates al nuevo tramo, en las proximidades de Santiago. :: ISABEL GOMEZ
La autovía, terminada en el Occidente
Asturias

La autovía, terminada en el Occidente

Fomento inició hace 19 años los trámites para ejecutar estos 9,4 kilómetros de la A-8. La obra se contrató con un plazo de entrega que expiró a finales de 2010

RAMÓN MUÑIZ

Lunes, 16 de diciembre 2013, 15:51

La ministra de Fomento Ana Pastor inaugurará esta tarde el tramo Otur-Villapedre, último que faltaba en la autovía del Cantábrico (A-8) en su vertiente occidental. La puesta en servicio de los 9,4 kilómetros de calzada doble permite a los conductores superar en cuatro minutos y medio una distancia que ahora, por la Nacional 634, exige diez más.

Con el avance la A-8 suma 220 kilómetros abiertos en Asturias y queda a la espera de los subtramos Pendueles-La Franca y La Franca-Unquera. Pastor ya anticipó que los trabajos del primero durarían hasta el verano, mientras la unión con Cantabria no estará hasta finales del año que viene.

El segmento que hoy se estrena está llamado a absorber el tráfico de la N-634, que en Otur alcanza los 11.796 vehículos diarios de los que entre el 15 y el 20% son camiones, según los últimos registros de Fomento. La proporción de vehículos de gran tonelaje se explica por movimiento de madera que lleva asociado la presencia de las factoría de Ence en Navia así como los camiones-cisterna que buscan a Reny Picot en la parroquia de Anleo.

El beneficio a los usuarios es claro y tiene números. Según los estándares europeos, cuando uno conduce por motivos de trabajo aprecia en 5,6 euros que el trayecto se acorte en diez minutos. Si la reducción se produce en un viaje de ocio, la prisa es menor y el valor económico mengua hasta 1,2 euros. Aplicados ambos ratios al tráfico actual, resulta que el beneficio social que aportará el nuevo tramo se estima entre 5,1 y 24,1 millones al año.

Esto atendiendo sólo al ahorro de tiempo. Para visibilizar todas las ventajas de la infraestructura hay que mencionar la situación de El Bao, próximo a la desembocadura del río Barayo y que se convirtió en la 'zona cero' de las inundaciones de 2010. Aquellas avenidas obligaron a la voladura de un tramo de la Nacional y la solución transitoria que vino después obliga a la convivencia de camiones, coches y peregrinos del camino de Santiago en una franja demasiado estrecha.

La Nacional a la que releva el tramo conecta en Navia los núcleos de Polavieja, Puerto de Vega, Villapedre, Anleo y Piñera, mientras en Valdés hace lo propio con La Montaña y Otur. La población más directamente afectada por el tramo ronda los 23.000 habitantes. Antes de lanzar las obras, los ingenieros estudiaron la evolución de esta porción de la Marina Occidental asturiana, constatando que la tendencia es a perder población pero no vehículos de motor, y que el crecimiento económico «es positivo aunque inferior a la media nacional».

El provecho económico y de seguridad de Otur-Villapedre irá aumentando con el paso del tiempo, o al menos eso es lo que esperan los ingenieros que trabajaron para esta infraestructura. En el proyecto constructivo los especialistas calculaban que en el año 2020 la vía será utilizada por casi 20.000 vehículos diarios, alcanzando los 24.200 una década más tarde. Parece mucho movimiento, pero cabe recordar que las circulaciones en la zona ya se duplicaron entre los años 1988 y 2002.

Las expectativas justificaban así lanzar una obra que Fomento ofertó a mediados del 2008 a un precio inicial de 93,6 millones y un plazo de trabajo de 25 meses. La propuesta presentada por Ferrovial y la asturiana Oca se impuso en aquella subasta, al comprometerse a ejecutar el tramo en 23 meses y por sólo 61,4 millones (IVA incluido). Parecía así que el ministerio iba a ahorrarse más de 30 millones, pero como es habitual, las condiciones iniciales terminaron sufriendo modificaciones. Así, la inauguración de hoy llega tres años más tarde del plazo firmado en el primer contrato y, según la web de Fomento, el presupuesto en vigor de la obra remontó hasta los 67,1 millones.

Seis ministros al frente

Los imprevistos no resultan extraños en un proyecto cuya tramitación administrativa inició Fomento el 6 de mayo de 1994. Han pasado por tanto más de 19 años y seis ministros distintos. Josep Borrel inició las gestiones, con Rafael Arias-Salgado se aprobó el Estudio Informativo, la redacción del proyecto avanzó con Francisco Álvarez-Cascos, Magdalena Álvarez hubo de replantearlo forzada por una sentencia de la Audiencia Nacional, con José Blanco las máquinas empezaron a trabajar y esta tarde será Ana Pastor quien ponga el broche tras sostener la inversión durante su tiempo al frente de Fomento.

El presidente del Principado, Javier Fernández, tiene previsto acompañar a la ministra durante el evento. El reencuentro se produce después de que a principios de octubre Pastor pusiera en servicio el tramo San Roque-Pendueles teniendo a Belén Fernández como representante del Ejecutivo regional. La consejera de Fomento trasladó entonces a la ministra una memoria de agravios, recordando la caída de la inversión que adelantan para 2014 los presupuestos del Estado y los incumplimientos que acumulaban los contratos de la variante de Pajares.

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