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OLAYA SUÁREZ
Lunes, 4 de noviembre 2013, 09:11
Llevaba dos años muy delicado de salud, lo que no le impidió hace tres semanas vestirse el uniforme y acudir al acto del patrón para encontrarse con sus compañeros y recibir el diploma de su jubilación. El inspector del Cuerpo Nacional de Policía Raimundo Domínguez López, 'Mundi', falleció ayer a los 59 años, 35 de ellos dedicados íntegramente al servicio a los ciudadanos. Su marcha deja una profunda huella en la Comisaría de Gijón, a donde había llegado hace más de una década.
En su última etapa estaba al cargo de una de las secciones de Seguridad Ciudadana. Anteriormente, había pasado por los grupos de Estupefacientes, Homicidios o Delincuencia Urbana y por la Comisaría de Coslada, entre otros destinos. Excelente profesional y con un trato cercano y afable, 'Mundi' había sido capaz de cosechar un enorme cariño de todos sus compañeros, que ahora lloran la pérdida y arropan a su hijo Raúl, también policía y que desde hace poco más de un año está destinado en Gijón. «Era muy cariñoso, muy buena gente, siempre dispuesto a ayudar en lo que fuese. Se hacía querer rápidamente», comentaban ayer sus compañeros.
Ese acto del patrón del Cuerpo Nacional de Policía, los Santos Angeles Custodios, a principios de octubre, fue para 'Mundi' el día de la despedida de sus compañeros. Fue él mismo el que pidió acudir al recinto ferial Luis Adaro. Lo hizo en silla de ruedas, tirada por su hijo, quien se convirtió en su sombra y le mantenía informado de todo lo que ocurría en la Comisaría de El Natahoyo, la que había sido su segunda casa.
Recibió el calor de su gente, el abrazo del Comisario Francisco López Canedo y un sentido y emotivo aplauso que sirvió para ejemplificar lo que había sido su vida y su carrera profesional: impecable, servicial y siempre con una sonrisa en su rostro. «Era uno de esos jefes con los que todos querríamos trabajar, tenía mucha empatía para ponerse en el lugar de los demás», aseguraba uno de los agentes con los que trabajó la última etapa.
Enfermó joven y se resistió a abandonar su profesión. «Un ejemplo para todos los policías», resumían sus compañeros, que ayer recibieron como un jarro de agua fría la noticia de su fallecimiento. El tanatorio acogerá hoy a las seis de la tarde un acto de celebración de la palabra. El funeral se celebrará mañana, a las 17.30 horas, en la iglesia de Renueva, en León.
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