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Salud investiga la muerte de María Oliva Barreiro y su bebé durante un parto en el hospital de Arriondas
Asturias

Salud investiga la muerte de María Oliva Barreiro y su bebé durante un parto en el hospital de Arriondas

El bebé nació muerto y la mujer, de 39 años, fue trasladada al Hospital de Cabueñes adonde llegó ya de madrugada con parada cardiaca

TERRY BASTERRA

Miércoles, 23 de octubre 2013, 04:08

La villa de Llanes se encontraba hoy en estado de shock tras conocer el fatal desenlace del embarazo de una de sus vecinas María Oliva Barreiro García, muy conocida en la localidad porque su padre regenta una popular sidrería del puerto. Cientos de vecinos acudieron a acompañar a los parientes de la joven en un desgarrador funeral tras el que la familia ratificó su intención de presentar una denuncia para que se investigue el fallecimiento. María Oliva perdió la vida entre la noche del domingo y la madrugada del lunes durante el parto de Diego, el bebé que nació muerto después de nueve meses de gestación. Ayer aún no había una explicación oficial para aclarar la muerte de la madre y su bebé, aunque sus familiares, desde el principio, achacan el suceso a un «error médico». La Consejería de Sanidad tiene abierta una investigación para esclarecer lo sucedido, aunque no facilita ningún dato sobre las posibles causas por tratarse de «información reservada».

Los que sí quisieron hablar de lo ocurrido fueron los familiares de los fallecidos. Según explicó ayer Juan Manuel Oliva, hermano y tío de la madre y el bebé, junto a su cuñado Fernando Pérez y Raúl Campo, otro miembro de la familia, María había tenido un embarazo «perfecto», sin ningún tipo de contratiempo. De hecho el jueves su ginecólogo le dijo que el niño se encontraba perfectamente «y que iba a ser muy grande». El viernes le realizaron la última revisión en el hospital de Arriondas, donde le habían realizado todo el seguimiento ya que allí es donde iba a dar a luz. «La mandaron de vuelta para casa porque estaba todo correcto y dejaron el parto programado para hoy lunes (por ayer). Había salido de cuentas el día 8», explicaban.

El domingo por la tarde María se empezó a encontrar mal y presentaba unas décimas de fiebre. Sus familiares la llevaron al centro de salud de Llanes sobre las 16.30 horas donde le detectaron una infección de orina y decidieron que acudiese a Arriondas ya que tenía programado el parto en el Hospital del Oriente para el día siguiente. Una vez allí, siempre según el relato que hacen los familiares con los datos que les comunicaron en el Hospital de Cabueñes, a la fallecida la monitorizaron, le dieron un medicamento para bajarle la fiebre y, una vez éste hizo efecto, le suministraron «oxitocina para provocarle el parto». «Minutos después María dijo que se encontraba mal y se cayó al suelo», recuerdan sus familiares.

45 minutos de reanimación

A partir de ese momento a la fallecida se le practicó, según el relato de la familia, una cesárea de urgencia para salvar al bebé. «El niño estaba ya muerto cuando nació. Estuvieron 45 minutos tratando de reanimarlo sin lograrlo. A la madre le quitaron el útero y en Cabueñes nos dijeron que en Arriondas también le habían puesto cinco bolsas de sangre porque no conseguían parar la hemorragia», afirman.

Según recuerda Raúl Campo, en torno a las 00.15 del lunes, «llamaron a los familiares que estábamos en la sala de espera y nos metieron en otra sala. Yo me quedé fuera y vi cómo sacaban una camilla a toda prisa hacia la ambulancia para que no la viésemos. Me dijeron que yo no podía estar allí, pero vi que la de la camilla era ella. Tenía los ojos en blanco. Nunca se me olvidará esa imagen. También vi a todo el equipo médico consolando a una doctora». Raúl Campo afirma que en ese momento tuvo la certeza de que María estaba fallecida.

Los familiares también aseguran que, «una vez la ambulancia salió hacia Cabueñes los médicos de Arriondas le preguntaron a su madre si María era alérgica a algo. También le dijeron que como había entrado tan bien por la tarde no habían mirado nada». Juan Manuel recalcó que «mi hermana pidió de forma clara que no quería que le diesen ningún tipo de antibiótico. No quería ni siquiera le pusieran la epidural».

La fallecida llegó al Hospital de Cabueñes de madrugada con parada cardiaca. Fuentes de la familia aseguran que desde el centro gijonés se les comunicó que «le habían dado seis infartos en Arriondas». «Pensamos que llegó a Cabueñes muerta porque nos parece raro que allí no quisiesen firmar ningún papel (en referencia al acta de defunción) y además que fuesen ellos los que llamaron a la Policía Judicial para que se hiciesen cargo del cadáver», aseguraban. Durante la tarde de ayer la familia de María y Diego seguían sin tener ningún documento oficial ni del Hospital de Arriondas ni del de Cabueñes que recogiese la atención que se les había prestado a la madre y el bebé.

El tanatorio de Llanes fue en la tarde de ayer un constante ir y venir de gente ya que esta familia es muy conocida en el concejo, entre otros aspectos, porque el padre de María, Antonio Barreiro es un conocido hostelero de la localidad que regenta la sidrería El Pescador. La familia ya avanza que va a tomar medidas legales «contra el Hospital de Arriondas y contra quien corresponda».

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