Hormigones El Caleyo busca comprador

La mayor parte del conglomerado empresarial de Serafín Abilio Martínez, presidente de la patronal de la construcción, está en estos momentos en concurso de acreedores o, directamente, en liquidación, en venta para saldar las deudas de la sociedad. Entre ellas, una de las principales fábricas del municipio: la de encofrados y hormigón de El Caleyo Nuevas Tecnologías, en San Claudio.

El futuro de la planta aguarda la resolución del procedimiento de adjudicación, determinado en el plan de liquidación aprobado por el Juzgado de lo Mercantil Número 1 de Oviedo. Hasta el próximo 14 de este mes, los interesados tienen la posibilidad de presentar sus ofertas para la adquisición de la unidad productiva -la maquinaria, las instalaciones y el terreno- ante el propio juzgado o los administradores concursales.

Sería la solución ideal, admite uno de ellos, porque simplificaría notablemente el procedimiento de liquidación y abriría la puerta a que la factoría reabriese sus puertas y retomase la actividad, aunque sea en una versión reducida, como ha sucedido en los casos de Sia Copper o Alas Aluminium.

¿Hay interés en la factoría de San Claudio? De momento, varias firmas lo han mostrado, pero hasta que no se cierre el plazo, dentro de una semana, no cabe interpretar las visitas a las instalaciones, que las ha habido, como compromisos firmes.

Además, las personas jurídicas que han contactado con los administradores concursales no tiene que especificar cuál es su interés. Si la adjudicación de la factoría fracasa, el plan de liquidación prevé sacar los activos de la sociedad a la venta por lotes, «cuanto más amplios mejor». Ello permitiría adquirir de forma separada la maquinaria o el suelo de las instalaciones.

26 millones de pasivo

Entre la maquinaria de la empresa figuran cuatro silos de cemento de 70 toneladas cada uno de ellos y con 6 tolvas cubiertas de áridos con una capacidad de ensilamiento de 150 toneladas. El informe de los administradores concursales no detalla el valor de la factoría situada en Rivero, en la que desde 1975 El Caleyo desarrollaba su actividad, aunque valora su inmovilizado inmaterial en casi 2,2 millones de euros. Del resto, hasta los 7,5 millones de euros en activos que atribuyen a la sociedad, la mayoría corresponde a sus participaciones y donaciones a otras empresas de grupo. Es, resume uno de los administradores, el principal activo de la empresa.

No cubre, ni de lejos, los 26 millones de euros largos de pasivo de la empresa, que arrojaban un déficit patrimonial dos veces mayor que los activos de la empresa.

Al solicitar el concurso voluntario, la empresa alegó como causas de su insolvencia la caída de la obra pública y privada, el endurecimiento de las condiciones de financiación y la falta de retorno de las inversiones de capital hechas. Los administradores ponen el acento en esta última parte. El Caleyo Derivados aportó fondos, a través de distintas fórmulas, a otras sociedades del grupo por cerca de 13 millones de euros, sin lograr retorno alguno. Por ejemplo, suscribió 3,7 millones de euros en acciones la ampliación de capital de Fontela, la división inmobiliaria del grupo, responsable por ejemplo del ámbito urbanizable de San Claudio Este, sin que esta operación mejorase los resultados de una u otro. Fontela generó pérdidas por 6,5 millones de euros entre 2010 y 2012.