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LAURA FONSECA
Viernes, 13 de septiembre 2013, 05:10
Lesiones imperceptibles al ojo humano, tumores de muy difícil localización o secuelas de infartos y derrames cerebrales. También alteraciones químicas del organismo imposibles de radiografiar en aparatos convencionales, como ocurre con los enfermos epilépticos, muchos de los cuales son derivados fuera de Asturias cuando tienen que someterse a un estudio de alta precisión. Los equipos de radiodiagnóstico por imagen del futuro HUCA, que incluyen tres nuevas resonancias, dos mamógrafos y dos ecógrafos, serán capaces de detectar casi lo indetectable. Ayer fueron presentados en su emplazamiento de La Cadellada, en Oviedo, donde se espera puedan tratar los primeros pacientes en enero próximo, fecha prevista para la apertura del complejo.
La estrella de estos aparatos de tecnología avanzada es, sin duda, la resonancia 'Magnetom Skyra', de 3 teslas (unidades que miden el flujo magnético). Las que ahora funcionan en el viejo hospital tiene la mitad de resolución. La de La Cadellada es la resonancia de mayor precisión existente en el mercado y el HUCA se convertirá en el primer hospital público del país en contar con ella. Cuesta dos millones de euros y pesa cuatro toneladas. Podrá tomar imágenes en 3D. Según explicó el jefe de servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Central, Serafín Costilla, este tipo de tecnología «permite localizar lesiones morfológicas y funcionales, pero también constatar qué parte del cerebro se activa al evocar un pensamiento, que es diferente si es en español o en inglés», abundó.
Los equipos son surtidos por la empresa Siemens, que ganó el concurso de adjudicación convocado por Gispasa, y que ayer culminó la instalación de los mismos en su nueva ubicación. El coste de los equipos de radiodiagnóstico, junto con los TAC y los quirófanos híbridos, suma 13 millones de euros. En el HUCA habrá cinco resonancias, tres de nueva adquisición.
Menos claustrofóbica
Los estudios en estos equipos se podrán hacer en la mitad de tiempo. Son, además, menos claustrofóbicas, «puesto que el tubo en el que se introduce el enfermo es más amplio, más corto y mejor iluminado», explicó el director del HUCA, Miguel Rodríguez.
Los aparatos incorporan un sistema que amortigua el ruido en un 90%. Otra de las ventajas es que la mejora de las imágenes permitirá que algunas pruebas que hasta el momento se realizan con contraste se lleven a cabo sin él, «lo que es mucho más cómodo para el paciente», detalló la Consejería de Sanidad.
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