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CHELO TUYA
Miércoles, 7 de agosto 2013, 10:57
«Hay un claro incremento de la tasa de sobrepeso y obesidad en los menores asturianos. Se ha pasado de tasas del 5%, como registrábamos en 2006, a porcentajes de hasta el 14%, según los datos del año pasado. Hablamos de unos 10.000 menores asturianos con obesidad». El director general de Salud Pública, Julio Bruno, y el responsable del Servicio de Vigilancia Epidemiológica de la Consejería de Sanidad, pintaron un duro panorama sanitario para las futuras generaciones, ya que, aseguraron ambos, «un menor con obesidad es, en la mayoría de los casos, un futuro adulto obeso. Si bien el sobrepeso no hay pruebas científicas de que esté vinculado con enfermedades crónicas, de la obesidad no hay ninguna duda. Se vincula al cáncer, problemas cardiológicos y a la diabetes, que es una epidemia. Está claro que la obesidad acorta la esperanza de vida». Llegaron a calificar de «galopante» los problemas de salud generados por una mala alimentación.
Así lo aseguraron ambos durante la rueda de prensa que ofrecieron ayer en el pabellón del Principado en la Feria Internacional de Muestras de Asturias (Fidma). Los directivos sanitarios se basaron en las estadísticas de las últimas encuestas de salud para presentar las directrices que seguirá la Consejería de Sanidad en materia de control de la obesidad durante el próximo curso escolar. Según explicaron, en poco menos de un mes, comedores, cafeterías y máquinas expendedoras escolares de toda la región deberán ofrecer menús saludables. En los comedores escolares fruta y verdura a diario serán obligatorios, así como una mayor presencia de pescado y menor de carne. En las cafeterías y máquinas expendedoras, las bebidas serán infusiones, zumos o agua, mientras que la comida se centrará en sandwiches, bocadillos o fruta.
Esta última será protagonista, además, de la gran novedad del curso 2013-2014. En palabras de Julio Bruno, Salud recuperará «el programa fruta», el que financia el Ministerio de Agricultura -con fondos de la Unión Europea- y que consiste en repartir una pieza de fruta cada día entre los escolares. «Porque comer fruta cada día es esencial y, sin embargo, las estadísticas nos dicen que hay un 5% de niños y niñas que nunca comen fruta».
«Leer perjudica la salud»
Ese grupo será el objetivo durante el próximo curso escolar, en el que se trabajará con 43.000 alumnos de colegios de toda la región. En estos momentos, todas las escuelas infantiles y 89 de los 105 centros de primaria con comedor o catering ya participan en el denominado programa NAOS, una estrategia para la nutrición, actividad física y prevención de la obesidad impulsada en 2005 por el Ministerio de Sanidad.
Además de acciones alimentarias, desde la Consejería de Sanidad, en colaboración con la de Educación, se trabajará en concienciar a las familias de la necesidad de mejorar la calidad de la alimentación en casa «muchas veces, son las familias las que no quieren dar fruta o verdura», así como la urgencia en frenar el sedentarismo.
En esa línea, Julio Bruno aseguró que es «obligatorio hacer, como mínimo, media hora de ejercicio diario. Hay que reducir las horas de tele y de videojuegos», una filosofía que Mario Margolles extendió, incluso, a la lectura: «se puede decir que leer en exceso perjudica también la salud. Los menores deben practicar deporte a diario, que puede ser caminar o correr. Cualquier cosa, menos sofá». Cualquier cosa, menos engordar en exceso.
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