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GUILLERMO F. BUERGO
Martes, 6 de agosto 2013, 04:28
Después de una agotadora verbena de víspera, que acabó a las siete de la mañana, la localidad de Puertas de Cabrales permanecía ayer aletargada cuando los gaiteros tocaban la alborada por todas las calles del pueblo en el día grande de la fiesta en honor de la Virgen de las Nieves. La procesión estaba fijada para las once de la mañana y de antemano se sabía que en 2013 no iba a haber ramo en Puertas. ¿La causa? No había aldeanas suficientes para entonar dignamente los cánticos del ofrecimiento del ramo que en esta localidad se convierten en la parte fundamental del festejo.
Así que a la hora fijada, el párroco, Pedro Fernández, y un escaso número de feligreses se disponían a dar comienzo a los actos litúrgicos con una procesión desde la capilla de las Nieves hasta la iglesia parroquial, que en Puertas está bajo la advocación de Santa Eulalia. Y no fueron pocos los visitantes que habían acudido expresamente a ver cantar el ramo, entre ellos la etnógrafa Yolanda Cerra Bada. Viaje en balde.
La procesión salió de la ermita encabezada por una valiosa cruz de plata, en manos de la niña Candela Pardo Llano, y dos ciriales que trasladaban Gonzalo y Jaime Fernández. Tras ellos marchaban dos excepcionales gaiteros: Pachu Gómez y María Jesús Pellitero, que se habían encargado del pasacalles.
Seguían las andas con la imagen de la Virgen de las Nieves en manos de cuatro jóvenes voluntarios: Miguel Muñoz, Jesús Javier Díaz, Francisco Fernández y Javier Muñoz. Antes de partir, el sacerdote pidió respeto porque «la procesión es como una misa en la calle». Al llegar la comitiva a la iglesia parroquial daba comienzo la misa, que el párroco ofreció «por los vecinos de Puertas, vivos y difuntos».
A pesar de que el cura tenía que tomar el funicular en Poncebos para llegar a Bulnes con el fin de celebrar, dos horas más tarde, otra fiesta en honor de la Virgen de las Nieves, no tuvo inconveniente en adelantar que estaba dispuesto a ofrecer en Puertas una eucaristía «en paz y sosiego, sin arrebatos». Y así ocurrió.
Finalizados los actos sacros, los vecinos participaron en una concurrida sesión vermú y por la tarde llegó el momento de los juegos infantiles para los más pequeños. Para la noche estaba prevista la celebración de una verbena con La Orquestina y el Dúo Habana. Y el sábado se celebra la fiesta de las Nievinas.
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