«Solo somos de Oviedo para pagar»

Caminando por la Senda Verde que comienza en el parque de Invierno, pasando Las Caldas y cruzando el puente sobre el río Nalón, el paseante llega a la antigua estación de Fuso de la Reina, hoy reconvertida en cantina y fuera de uso. Allí terminaba, hasta 1999, la línea de Feve Oviedo-Fuso de la Reina. Unos metros más allá se encuentra la nueva terminal. «Solo circula carbón para la térmica de Soto de Ribera. Hace cuatro años que quitaron los viajeros», explica Marta Elena González, empleada ferroviaria.

María Antonia Menéndez, 'Toñi', oriunda de Fuso, fue testigo del esplendor de otros tiempos: «Yo me crié entre trenes, la abuela Sofía, 'Ufa', trabajaba en la cabina. Los festivos venía la gente de Oviedo en el tren». Su abuelo José Antonio, 'Pin', abrió el restaurante que hoy luce su nombre, 'La nieta de Pin', que lleva cerca de 100 años abierto.

El local hostelero está alquilado por José Plácido Fernández, natural de Fosios pero que lleva desde los 8 años en Fuso. «Cuando murió El Vasco, murió el pueblo», sentencia. «Esto era para los que trabajaban en la Feve. Cuando era pequeño pasaban trenes cada cinco minutos», recuerda. Ahora son muy pocos los vecinos de Fuso, y cada vez menos activos, porque «están jubilados, y los que no trabajan en Oviedo están al paro».

A Las Caldas, al médico

Los habitantes del pueblo tienen que ir al médico a Las Caldas. La línea 3 de TUA, según 'Toñi', «es larga pero vale». Reclama un supermercado cerca para no tener que desplazarse hasta la capital. «Sólo somos de Oviedo 'pa' pagar», comenta molesto José Plácido, y su arrendadora añade: «Espero que esto resurja un poco porque estamos al lado de Oviedo, pero a veces no nos sentimos de Oviedo. El asfaltado lo hizo todo mi padre».

Sobre el origen del apellido del pueblo existen dos versiones. José Plácido afirma que, al pasar la reina en tren, se le cayó el 'fuso' (pañuelo) y así quedó. Por el contrario Dámaso Menéndez, primo del padre de 'Toñi', sostiene que la soberana vio la peña al otro lado del puente cuando realizaba el viaje inaugural (sería entonces Victoria Eugenia, esposa de Alfonso XIII) y exclamó: «¡Vaya fuso!».