Cientos de ganaderos cortan la rotonda de Soto de Cangas en protesta por el lobo

Durante dos horas estuvo cortado el acceso a la rotonda de Soto de Cangas en la tarde de ayer. Varios cientos de ganaderos de la zona se reunieron para manifestarse contra los incesantes ataques del lobo, en una actuación que se desarrolló con tranquilidad a excepción de un par de pequeños incidentes sin trascendencia alguna.

El lema que defiende el colectivo es muy claro, «exigimos que se dé una solución a la matanza de nuestros animales» expresaba Juan Antonio Valladares, coordinador de la Plataforma de Ganadería Extensiva de Asturias. «No pedimos el exterminio de ninguna raza, queremos una coexistencia, incluso asumimos que podemos tener ciertas pérdidas, pero la situación actual es insostenible».

Son múltiples los testimonios de afectados por el lobo y algunos de ellos arrastran procesos administrativos para el cobro de las correspondientes indemnizaciones desde hace más de cinco años. Una vecina de Santianes de Ola, en Cangas de Onís explicaba cómo en la mañana de ayer «encontramos muertas dos novillas de año». Para Concepción Nieda no son las primeras reses que pierde, ya que en dos años acumula ocho animales menos.

En el puerto de Cuana perdió José Manuel Martínez, vecino del pueblo cangués de Igena, un total de cuarenta ovejas y diecisiete cabras en lo que va de temporada. No se consideró que hubiera indicios de que fuera el lobo quien mató los animales y no ha cobrado compensación alguna por las pérdidas. Este puerto, terreno que une montañas de Ribadesella, Llanes y Cangas de Onís es una de las zonas con más cantidad de ataques, donde «cada día mueren tres o cuatro», es por eso que ya no quedan animales pequeños, solamente ganado vacuno.

Los reclamos que mantiene la agrupación ganadera se centran en la ofensiva del cánido, pero a éstos se suman los acotamiento de pastos en la zona de Los Lagos y la falta de quemas controladas, lo que aumenta el matorral y dificulta el pasto de los animales, que tienen menos alimento.

La movilización del día de ayer es la segunda que se organiza en un mes. Además los ganaderos mantienen que continuarán hasta que se tomen «medidas eficientes y rotundas». No ceden en su afán porque se actúe de forma inminente, y aunque son consciente de que en el caso de ayer los más perjudicados fueron los turistas que encontraron taponado el acceso al santuario de Covadonga lo valoran como un daño colateral en su causa. De momento han fijado una nueva acción reivindicativa para el 28 de julio, en la cual seguirán su línea de actuación y realizarán nuevos cortes, en este caso en la ruta de los autobuses del Plan de Transportes de Los Lagos.