

Secciones
Servicios
Destacamos
RAMÓN MUÑIZ
Domingo, 16 de junio 2013, 14:58
Un operativo combinado de las policías española y colombiana con apoyo de fuerzas venezolanas permitió ayer liberar a Conchi Marlaska Sedano y Ángel Sánchez Fernández, los avilesinos secuestrados por una banda de delincuentes a mediados de mayo, cuando hacían una excursión en el norte de Colombia. Las víctimas fueron rescatadas en un poblado a quince minutos de Venezuela, después de que agentes infiltrados en la zona dieran con su paradero. La intervención se inició alrededor de las 00.10 horas del sábado (5.10 en España) y, según fuentes policiales, no fue necesario efectuar ningún disparo. Al intuir la presencia de los agentes, los captores salieron huyendo, previsiblemente buscando refugio al otro lado de la frontera. La policía colombiana no hizo detenciones pero asegura tener identificados a los siete integrantes de la banda «y serán proximamente capturados». «En los rescates priman la vida de los secuestros a las capturas», explicaron los agentes.
Conchi Marlaska (43 años) y Ángel Sánchez Fernández (49) se mostraban «aturdidos» en las hamacas, bajo el improvisado cobertizo donde pasaron sus últimas horas de cautiverio. Él había sido encadenado. «Estaban un poco deshidratados y muy cansados. Ángel pensó que los policías eran de los mismos secuestradores, pero un oficial que estaba al frente de la operación les dijo: 'Tranquilos, somos policías de Colombia'», explicó el coronel Elber Velasco Garavito, comandante de la Policía de La Guajira, el departamento donde tuvieron lugar los hechos.
Una vez prestados los primeros auxilios, los asturianos fueron trasladados en coche hasta la localidad de Santa Marta, donde les esperaba una aeronave para llevarlos a Bogotá. En el camino ambos pudieron comunicarse con sus familiares, a los que explicaron que habían sido bien tratados. «Estoy bien, pero sufrí mucha presión psicológica», explicaría Marlaska a la prensa local. «Lo primero que pidió Ángel fue una cerveza, por encima de cualquier cosa», bromeó Velasco.
Entre las llamadas que tuvieron que atender en esas primeras horas de libertad se cuenta la del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien a través de su cuenta en la red Twitter aseguró después que les ofreció «disculpas por todo lo sucedido». Un equipo médico recibió a los rescatados en la base antonarcóticos de Bogotá, desde donde continuaron su periplo en ambulancia para ser sometidos a un completo chequeo médico en el hospital. El embajador de España, Nicolás Martín Cinto, les escoltó desde este punto. La prensa que les pudo retratar en el aeródromo relata que levantaron el dedo pulgar, para mostrar que estaban en buenas condiciones. Marlaska llevaba un vestido rojo de la etnia wayuu, mayoritaria en la zona del secuestro.
Al principio fue un robo
El general Humberto Guatibonza, director del Gaula -cuerpo especial antisecuestros de la policía colombiana- expuso los primeros detalles del operativo. Señaló que las víctimas presentaban «las dolencias normales de unas personas que han estado un mes en condiciones infrahumanas, con mala alimentación y mala agua». Según parece todo habría comenzado como un atraco, cuando los delincuentes asaltaron a la pareja en una carretera de Cabo de la Vela. «Querían robarles sus pertenencias y el vehículo en el que viajaban, pero cuando les escucharon el acento y se dieron cuenta de que eran españoles, decidieron secuestrarlos», amplió Guatibonza.
En los primeros cinco días, los avilesinos fueron trasladados constantemente en camioneta, amarrados ambos. Después se contentaron con tener maniatado a Ángel. El desértico poblado de Jotushima se cuenta entre los primeros lugares que sirvieron de confinamiento. Allí una familia wayúu compartió con ellos sus platos de arroz y carne de chivo. Dos hombres se encargaban de trasladar a los asturianos de campamento en campamento. Según explicaron los avilesinos a sus rescatadores, durante una semana se alimentaron sólo a base de chivo. También contaron que para mantener cierta higiene bucal, habían deshilachado sus ropas, utilizando los despojos a modo de hilo dental.
La presión dividió la banda
El general Guatibonza indicó que para desencadenar el rescate, se ofreció a la banda hacer un primer pago. Los secuestradores habrían solicitado hasta medio millón de euros para mantener con vida a los avilesinos. Los agentes infiltrados del Gaula constataron que el 'cebo' surtió el efecto esperado, al dividir a los delincuentes en dos grupos. De un lado estarían los que ante la expectativa de un cobro próximo, querían llegar hasta el final. Del otro los partidarios de entregar ya a los asturianos, habida cuenta del malestar que el secuestro estaba generando entre la comunidad wayúu.
La presión fue en aumento en los últimos días. El Gobierno colombiano anunció que duplicaba su oferta inicial de 50 millones de pesos a quien diera pistas del paradero de los secuentrados. En un país donde el salario medio está en los 515,68 euros, el premio por colaborar quedó así en los 41.200 euros. Además del prestigio internacional, en juego estaba la seguridad de uno de los departamentos donde el turismo está levantando cabeza, tras años de guerra soterrada entre los paramilitares y la guerrilla de las FARC. El asunto motivó que ayer, tras conocer la liberación de los asturianos, Juan Leonardo Correa, presidente de la patronal turística colombiana (Cotelco), hiciera un llamamiento al Gobierno para que «no baje la guardia para evitar estos problemas a los hoteleros. Va a empezar otra vez el miedo a la retención de personas». La Cámara de Comercio de La Guajira llegó a convocar el pasado jueves una concentración, con 500 asistentes, para exigir la inmediata liberación de los asturianos.
El rotativo 'Tiempo' señala que el asalto inicial lo protagonizó un mestizo llamado Cristian, el indígena Jorge Díaz, alias 'Paciencia', y miembros de la banda de 'Los Pingüinos', con antecedentes de secuestros de ganaderos y homicidios. Se apunta a un tal Cristian Sierra como cerebro del golpe. Algunas fuentes indican que al principio trató de 'vender' a los secuestrados a las FARC, con las que ya había mantenido negocios similares. La guerrila está negociando un acuerdo de paz y ésta vez se habría negado a participar en el delito. El general Guatibonza señaló que la pareja se ha comprometido a ayudar a las autoridades en la investigación. Al cierre de esta edición, ambos habían superado el chequeo médico y se dirigían a la embajada española, con el tiempo ya muy escaso para coger el vuelo que aterriza a las diez de esta mañana en Barajas.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La segunda temporada de Memento Mori se estrenará este mes de abril
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
El Sporting de Gijón destituye a Rubén Albés
José L. González
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.