El Principado rechaza las multas por borracheras

Las intenciones del delegado del Gobierno para el Plan de Drogas, Francisco Babín, quien apuntó el miércoles que el Ejecutivo de Rajoy estudia sancionar a los padres o tutores de menores que sufran comas etílicos, no ha caído bien en el Principado. Esta medida, que podría incluirse en la ley de prevención de consumo de alcohol en jóvenes que se encuentra en fase de elaboración, «lo que hace es generar ruido, no sé si interesado». Así lo juzgó en Arriondas ayer Faustino Blanco, consejero de Sanidad de Asturias, que reconoció, no obstante, que «tenemos que desarrollar la ley de atención a las drogodependencias y el alcohol no deja de ser un problema de salud».

La vía de las sanciones a los progenitores, sin embargo, no es una opción que quiera explotarse en Asturias. En su lugar, desde la consejería de Sanidad se apuesta por «un ejercicio de formación y prevención» y se apunta que hay países que tienen resuelto este problema «sin recurrir a «castigar a los padres de las familias más humildes y vulnerables», que son en las que se registran con mayor frecuencia cuadros de intoxicación alcohólica en menores de edad. Faustino Blanco criticó también que la ley que prepara el Gobierno central, que persigue también prohibir el botellón y limitar la publicidad de bebidas alcohólicas de todo tipo, «ni siquiera está muy articulada».

La redacción de la nueva normativa coincide, asimismo, con la elaboración de la ley con la que el Principado pretende homologar la edad mínima de venta de alcohol con el resto del país, para lo que tendrá que subirla de los 16 a 18 años. El borrador ya ha sido debatido y a mediados de este mes se publicará en el BOPA para que la ciudadanía haga alegaciones. Pasará después al Consejo de Gobierno y se espera que llegue a la Junta General en septiembre.