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JESÚS GONZÁLEZ
Miércoles, 22 de mayo 2013, 11:00
La rula subastó ayer el bonito más tempranero y caro de la historia. La venta inaugural de la costera de 2013 alcanzó un precio máximo de 68,8 euros por kilo, 2,2 más que lo que -también la cadena de supermercados Alimerka-, pagó el 30 de mayo del pasado año.
Los dos mismos barcos que en 2012 desembarcaron el primer bonito de la temporada, el 'Gaxtelugatxeko Doniene', de Pasajes, y el 'María Digna Dos', de Bermeo, fueron los que ayer descargaron 2.320 kilos de túnido capturado lejos, en las proximidades de las Azores, a unas 630 millas al suroeste de Finisterre.
Ambos barcos había salido el pasado día 6 del puerto de Bermeo, merced a un permiso especial tramitado desde la delegación del Gobierno vasco que les permitió adelantar la apertura de la costera. Dos semanas más tarde, entraban en el puerto de Avilés con más del doble de bonito de lo que lo hicieron hace casi un año. «Esperemos que se mantenga el precio del pasado año», musitaba el patrón del 'Gaztelugatxeko Doniene', Íñigo Oronoz, momentos antes de la subasta, a las seis y media de la mañana. Y su deseo se cumplió.
Los encargados de compras de Alimerka cumplieron con lo que ha acabado por imponerse como una tradición en los últimos años y se hicieron con todo el lote. Pagaron 68,8 euros por el kilo de bonito dispuesto en 27 de las 29 tinas descargadas por ambos barcos. Dieron de ese modo la oportunidad a otros comercializadores a quedarse con otras dos tinas, pero nadie pujó por encima del precio de 7,83 euros por kilo que, también Alimerka, fijó para esos últimos 160 kilos de bonito. La subasta se cerró con la compra, también por parte de la cadena asturiana de supermercados, de un último cajón con tres ejemplares de bonitas -atún-, a 6,98 euros por kilo.
Ante el resultado de la subasta, los patrones de ambos barcos, Íñigo Oronoz y Juan Carlos García, acabaron fundiéndose en un abrazo antes de bajar de la grada de la cancha de subastas a celebrar la venta, con cava, con el resto de las tripulaciones. «¡Viva el campanu!», corearon todos acerca de una subasta que ha acabado por convertirse en todo un fenómeno para la flota bonitera del Cantábrico. «Para el próximo año van a ser muchos más los que quieran adelantarse», auguraba Oronoz ante lo que se ha convertido en una oportunidad para aliviar la penosa situación que está viviendo el sector.
De hecho, tanto él como su colega Juan Carlos García, aprovecharon la ocasión para sumarse a las denuncias por los efectos que está teniendo la actual política pesquera en la flota de todo el Cantábrico. «Nunca antes se fue a bonito en esta época», apuntó el patrón del 'María Digna Dos', para quien no hay más razón para hacerse a por este túnido de forma tan temprana -y arriesgada-, que los malos resultados de la reciente costera de xarda. «Con el verdel -nombre que recibe este pescado en el País Vasco y Cantabria-, la flota de cerco tenemos un problema muy grande. Siempre se ha dicho que las artes selectivas como las nuestras eran el futuro, pero vemos que es mentira, que nosotros no podemos pescar verdel aunque luego veas barcos irlandeses con 400 y 500 toneladas por marea», indicó. Algo así, hace que «tengamos que intentar alargar todo lo que se pueda otras costeras, como el bonito».
Celebración
Pero más que jornada de reivindicaciones, la de ayer fue de celebración para los tripulantes de los dos barcos vascos. Y así lo vio también el gerente de la sociedad Nueva Rula de Avilés, Ramón Álvarez. «Me alegro mucho por estos marineros, que con lo complicado que está el tema para el sector han arriesgado mucho y han pasado unos días muy difíciles», comentó en alusión también al mal tiempo que les acompañó en las dos semanas de marea. Al tiempo, les agradeció «que sigan apostando por Avilés para el inicio de la costera», algo en lo que, sin duda, tiene mucho que ver «el esfuerzo de Alimerka por mantener estos precios».
Y ese esfuerzo lo reconocía el responsable de compras de la cadena de supermercados en la rula avilesina, Francisco Cañamero. «Hombre, nosotros contentos... no demasiado con el dineral que nos dejamos...», bromeó antes de ponerse serio y señalar que, en realidad, la subasta del 'campanu del mar' es más un premio «para veinte familias que viven de la mar», así como un intento de hacer ver a sus clientes «que Alimerka está aquí, a diario, en la rula de Avilés». Esos clientes podrán desde hoy probar alguno de esos primeros ejemplares de bonito del año a un precio, sin que sirva de precedente, sensiblemente inferior al que pagó la cadena ayer en la rula.
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