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Material acopiado a la boca de los macrotúneles de la variante de Pajares en su boca asturiana, a la altura de Telledo (Lena). :: JUAN CARLOS ROMÁN
Los retrasos de la variante salen caros
Asturias

Los retrasos de la variante salen caros

Los expertos calculan que la apertura de los nuevos túneles de Pajares traerá un beneficio directo de 6,7 millones a los usuarios del tren con Madrid Cada pasajero del Alvia tarda ahora 45 minutos más en llegar a destino, perjuicio que equivale a 16 euros

RAMÓN MUÑIZ

Lunes, 13 de mayo 2013, 14:57

La inauguración de la variante de Pajares aportará al Principado tantas ventajas económicas como perjuicios provoca su retraso. Los usuarios del Alvia Gijón-Madrid por ejemplo sufren un perjuicio cifrado en los 6,7 millones por cada año que pasa con los macrotúneles sin abrir. Este es el valor monetario que los ingenieros otorgan al tiempo de más que ahora pasan encerrados en el tren, esperando que el viaje termine.

El ferrocarril Sanz Crespo-Chamartín exige a sus ocupantes una paciencia de entre cinco horas y 28 minutos y cinco horas y 41 minutos. La duración del viaje es una de las principales quejas del pasaje. El Ministerio de Fomento promete que la entrada en servicio de la variante de Pajares bastará para recortar en 45 minutos estos tiempos. Es un dato en el que meditan los usuarios del Alvia mientras observan desde la ventanilla el escaso avance de las obras de la variante.

El tiempo es oro y los ingenieros le han puesto precio. Según los estándares europeos que los especialistas aplican a la hora de comparar infraestructuras, para un usuario del tren tres cuartos de hora equivalen a 34,69 euros si el motivo del viaje es laboral. Cuando el viajero coge el tren por ocio o turismo, valora en 6,66 euros que el trayecto se le prolongue 45 minutos más.

Esta cotización del tiempo está refrendada por el Ministerio de Transportes británico y sirve de referencia a los especialistas españoles cuando quieren calibrar si los beneficios que aporta una infraestructura acabarán por rentabilizar la inversión que exige su ejecución.

Los últimos datos que Renfe Operadora divulgó sobre el servicio Alvia Madrid-Asturias situaba en unos 420.000 los viajeros captados al año. Son casi medio millón de personas que se ahorrarían tres cuartos de hora con una variante abierta. Las encuestas que Renfe Operadora realizó entre sus clientes determinan que el 37% de los ocupantes recurrió a este tren por motivos familiares, el 26% por ocio, el 15% por trabajo y el 22% buscaba una conexión para mantener reuniones de negocios.

El cruce entre ambos registros aporta resultados elocuentes. Al cabo del año, el Alvia vende unos 156.660 billetes a usuarios que se desplazaron entre Asturias y Madrid por motivos profesionales. Los 45 minutos de más que cada uno de ellos gastó en llegar al destino ocasionaron a estos pasajeros un perjuicio total equivalente a 5,43 millones.

Cuando uno viaja para hacer turismo, la penalidad es menor: los 263.340 usuarios anuales del Alvia que se mueven por ocio o visitas familiares sólo habrían pagado a Renfe un total de 1,3 millones adicionales por evitar esos tres cuatros de hora de ascenso al puerto.

Perjuicio imprevisto

En total, el pasajero del Alvia sufre un menoscabo medio de 16 euros por trayecto. Es un quebranto que a estas alturas no padecerían de haber valido la promesa realizada por José Luis Rodríguez Zapatero, cuando comenzó la excavación de los macrotúneles y situó en 2009 la circulación de los primeros trenes. Su ministro José Blanco, postergó la expectativa hasta 2012. Ana Pastor, actual titular de Fomento, debutó en la materia asegurando que la novedad llegaría «a lo largo de 2014».

Tal y como desveló EL COMERCIO, ingenieros próximos al ministerio dan ya por imposible la fecha debido al retraso que acumula la licitación del montaje de vías. Cuando se convoque este concurso, harán falta unos seis meses para resolverlo y poner las máquinas a trabajar. Según las estimaciones más conservadoras que realizan los técnicos, los contratistas tendrán entonces por delante 18 meses de faenas solo para tender las vías e instalar la catenaría.

Superada esta fase de superestructura, todavía harían falta un mínimo de cuatro meses más para homologar la infraestructura para el servicio comercial. Los datos sitúan la inauguración de la variante en el otoño de 2015, coincidiendo así con el final de la legislatura.

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